El Govern prepara unos Presupuestos «muy duros» para 2013, marcados por un recorte en los ingresos cercanos al 15 por ciento con respecto a las cuentas de este año, lo que implica que rondarán los 3.100 millones de euros frente a los 3.674 aprobados para 2012.
El president del Govern, José Ramón Bauzá, ya ha transmitido a los consellers la realidad de las cifras para el año que viene y les ha pedido que, en función de esa dureza, ajusten al máximo en los distintos departamentos para cumplir el objetivo de déficit, fijado en el 0,7 por ciento del PIB, la mitad que el marcado para este año.
Las razones de este ajuste se encuentran en el importante descenso de los ingresos para el año que viene. Ese 0,7 por ciento de déficit implica que el Govern ‘perderá' la posibilidad de endeudarse en 225 millones de euros.
Los ingresos
A este descenso se suma además el hecho de que las aportaciones del Gobierno central se congelan con respecto a las de este año y que las previsiones de ingresos tributarios de los impuestos propios también quedan congeladas. Es decir, que el Govern recibirá unos 2.000 millones de Madrid, recaudará unos 750 millones a sus impuestos propios y además podrá solicitar un préstamo de unos 225 millones de euros. Nada más. Eso son los ingresos reales con los que contará el año que viene, a los que se sumarán las transferencias corrientes o de capital que pueda hacer el Gobierno central: en total, unos 3.100 millones frente a los 3.674 aprobados para este año.
Todas las opciones
Vicepresidència del Govern trabaja desde el mes de julio en la elaboración de las cuentas teniendo en cuenta todos estos factores. En este momento, y a la espera de que se presenten las cuentas definitivas, se exploran todas las posibilidades para conseguir ingresos adicionales. En cualquier caso, la creación de nuevos impuestos no parece estar sobre la mesa y la subida de los que dependen del Govern es una opción.
En cualquier caso, las posibilidades reales que tiene el Govern son escasas y una de ellas sería la reactivación del impuesto de patrimonio, algo que siempre ha rechazado el departamento de Josep Ignasi Aguiló. El Govern puede aumentar tipos impositivos del IRPF y tributos como el de transmisiones patrimoniales, pero el margen es muy pequeño. La otra opción para conseguir ingresos es exigir al Gobierno central que ejecute las inversiones estatutarias, pero también esta opción parece complicada.