La situación actual de crisis económica que atraviesa el país se ha dejado sentir en el consumo medio de todos los mallorquines, que se ha resentido, y durante el verano el turismo ha ayudado un poco a equilibrar la situación, pero no ha conseguido salvar la temporada.
Los comercios de la Isla presentan cifras negativas desde hace meses. En calles tan comerciales como Sindicat en Palma, «la crisis se ha notado y las ventas han sido algo más bajas que el año anterior», asegura un comerciante. Otro afirma que «hemos experimentado una bajada muy grande de hasta un 20 o 30% con respecto al año pasado. Si no fuese por los rusos nos podemos ir todos a la playa directamente de vacaciones, ya que no hay ni una cuarta parte de gente de la que teníamos el año pasado».
Las ventas dependen de cada comercio y la situación en las zonas comerciales de Palma ha sido muy dispar. En la calle Oms aseguran que «las ventas en verano nos han ido bastante bien, la verdad es que no nos podemos quejar porque hemos notado muy poco la crisis. En esta zona la gente coge vacaciones pero el turismo nos equilibra el consumo. Vienen en general rusos y belgas».
Los comerciantes de la zona de Jaume III, en general, tampoco han notado esta bajada: «Cada día hemos vendido más, aunque ya parece que estos días empieza a bajar. Más o menos hemos tenido los mismos turistas que el año pasado y gente procedente de muchos países. En esta zona turística el comercio no va en relación con la crisis, los negocios funcionan», afirma la encargada de una tienda.
«Los turistas alemanes, rusos y japoneses y los cruceros nos han salvado el verano», destacan los comerciantes de la zona. Los vendedores explican que «con respecto a otros años hemos tenido un turista menos selecto al que no estábamos acostumbrados», ha sido un turista diferente que «ya no viene tanto a comprar y su poder adquisitivo, en general, ha disminuido», explican.
El Bar Cristal de la Plaça d'Espanya, así como otros bares y restaurantes de la zona, ha experimentado «una disminución en sus ventas de hasta el 15%» y los pequeños comercios de los alrededores cifran la bajada en un 20%.
Incertidumbre
«La economía se sigue encareciendo con la subida de los impuestos y la gente no compra porque no tiene dinero; se sigue perjudicando al pequeño comercio y al consumo medio de la sociedad», asevera un empresario. Ante las últimas medidas de austeridad impuestas desde el Gobierno y tras un verano que no ha conseguido lo que se esperaba, la previsión de los comerciantes es negativa.
«El turismo en verano cada año es lo mismo, pero durante el año es cuando se ha notado ómo la gente de Palma no compra, porque no puede. Ahora pensamos que este invierno será muy duro», pronostican en Ca´n Ramón.
Los comerciantes de Palma coinciden en destacar que «las cosas no pintan bien y la subida del IVA y la eliminación de la paga extra de diciembre de los funcionarios se notará y afectará al consumo».