Que la crisis que nos está afectando aprieta más que nunca queda patente con la larga cola que se viene formando todos los lunes en la iglesia de los padres Capuchinos de Palma.
Ayer a las cuatro menos diez de la tarde los viandantes podían ver la cola de personas que esperaban pacientemente pertrechados de sus carritos a que empezara el reparto de lotes de alimentos que se ofrecen este día.
El coordinador del Pa de Sant Antoni, Josep Maria Segarra, señaló: «Todos los lunes repartimos lotes de comida a los más necesitados. En estos momentos estamos entre los 300 y 400 lotes de alimentos que nos llegan a través del Lions Club. Los sábados repartimos estos lotes a los jubilados que llegan muy bien al centenar».
Entre los receptores han aumentado últimamente las personas de origen peninsular y también mallorquines, cuando hace pocos meses la mayoría eran extranjeros o personas sin techo.
A la cola que corresponde a las imágenes que se ofrecen, se les suman otras personas que al abrigo de la sombra esperaban también bajo los árboles y alguna entrada de la Plaça d'Espanya.