Lo rechazan tajantemente. Incluso lo califican de 'injusto y abusivo'. Los inmigrantes consideran excesiva la propuesta del Gobierno de exigir a los 'sin papeles' el pago de 60 euros al mes para ser atendidos por el Sistema Nacional de Salud, cifra que sube hasta alcanzar los 115 euros, en el caso de que el inmigrante tenga más de 65 años.
Se consideran un sector poblacional muy debilitado por la crisis y argumentan que no disponen de los recursos suficientes para hacer frente a un 'seguro médico' cuyo coste es similar al de un seguro privado. De hecho, señalan, que si tuvieran ese dinero, ya habrían contratado uno.
Otros recortes
Casi todos los encuestados (todos menos uno) no comparten esta propuesta sanitaria y apuntan a otros recortes más necesarios poniendo los ojos en los políticos («que son los que más roban») y en las personas que disfrutan de una economía más saneada.
El sueño de vivir en Mallorca para disfrutar de una vida mejor se está convirtiendo en una pesadilla por la falta de trabajo y los continuos ajustes, que en esta ocasión toca el tema de salud, algo 'intocable' por parte de algunos encuestados.
Atención sanitaria
Si progresa esta propuesta, muchos confían en que ningún hospital deje morir a un paciente por no haber pagado los 720 euros al año que exige el Estado. También hay quien se encomienda a Dios y quien, resignado, afirma que, si enferma, se quedará en casa echando mano de algún fármaco.
De cualquier forma, la indignación es compartida por todos. Afirman que «la salud debería curar las enfermedades y no agravarlas», «que no se puede jugar con la salud» y que ellos, los inmigrantes, tendrán numerosos dificultades para hacer frente a ese pago. No hay trabajo, no hay dinero.
«Es muy negativo por la situación en la que vivimos. ¿Cómo vamos a pagar, si no hay trabajo? ¿A dónde acudirán cuando enfermen? Esto es demasiado, la verdad».
«Creo que siempre pagan los que menos tienen. La cuestión no es pagar o no pagar, es que no tienen dinero. La salud está para curar enfermos, no para agravarlos».
«Es muy injusto porque ahora, con la crisis, es cuando menos dinero se tiene. Siempre pagan los más débiles. Espero que si alguien llega enfermo a un hospital, le atiendan».
«Me parece muy mal para los que no tienen dinero. Es un abuso. Los políticos roban y muchas veces nos echan la culpa a los inmigrantes. No se puede jugar con la salud».