El alcalde Mateo Isern logró ayer un principio de acuerdo entre la dirección y el comité de empresa de Emaya, cuyas posturas estaban totalmente enfrentadas tras la tensa reunión que mantuvieron a primera hora de la mañana. El comité de empresa solicitó una reunión con el alcalde, que los recibió inmediatamente, y les hizo entender los daños que causarían 13 jornadas de huelga en plena temporada turística. La dirección de Emaya aceptó las reivindicaciones del comité de empresa, que ya estaban prácticamente recogidas en la propuesta de acuerdo que les ofreció el pasado martes. El presidente de Emaya, Andreu Garau, explicó que renuncian a aplicar las 37,5 horas ejecutando jornadas de 6:15 horas de lunes a sábado en lugar de 7 horas de lunes a viernes; aclaró que se trataba de una propuesta de máximos. Las 2,5 horas más a la semana que ha aprobado Madrid se desarrollarán al principio o al final de la jornada laboral. La dirección de Emaya también se comprometió a no realizar contratos de formación en los tres próximos años (un año más que en la oferta realizada el martes), salvo en administración y talleres. Además, la dirección no hará campañas de desprestigio ni discriminación entre los trabajadores; Garau puntualizó que nunca las ha hecho.
Reunión
Estos acuerdos se tendrán que materializar hoy en la reunión que mantendrán la dirección y el comité de empresa, que después se trasladará a los trabajadores para someterla a votación y desconvocar las 13 jornadas de huelga si lo estiman conveniente.
El presidente del comité de empresa, Miquel Romero calificó de «satisfactoria» la reunión que mantuvieron ayer con el alcalde y se mostró confiado en que en «un corto espacio habrá una solución y llegaremos a acuerdos». Garau dio por hecha la desconvocatoria de la huelga, porque «cuando alguien solicita algo y se le concede lo doy por hecho».
Otro paro que podría desconvocarse hoy es el convocado por la EMT para los días 16 y 17 de agosto. La dirección y el comité de empresa se reunirán esta mañana para intentar llegar a un acuerdo; no se descarta que Isern tenga que volver a intervenir para lograrlo. «Si la dirección no es capaz tendremos que recurrir al alcalde», explicó el presidente del comité de empresa de la EMT, Andrés Rodríguez. Los representantes de los trabajadores esperan que en la reunión de hoy puedan cerrar el convenio que llevan meses negociando. Rodríguez destacó que se conforman con mantener el que tienen, sin incrementos salariales, añadiendo únicamente «pequeñas mejoras sociales» que no suponen coste para la empresa. El mayor escollo está en que se niegan a realizar jornadas que superen las 7,5 horas como pide la dirección.