Siete estudiantes de la UIB negaron ayer ante el titular del Juzgado de Instrucción 6 de Palma, Miquel Florit, haber entrado ilegalmente en el despacho del conseller d’Educació, Rafael Bosch, durante los incidentes registrados el pasado 22 de mayo.
Los alumnos, defendidos por el abogado Josep de Luis, están imputados por un delito de desórdenes públicos.
En sus declaraciones anten el juez, insistieron en que fueron los propios funcionarios de la Conselleria d’Educació quienes les facilitaron el ingreso al edificio, recordándoles que el despacho del conseller «estaba en la cuarta planta». Durante los incidentes, la jefa de gabinete d’Educació, Aina María Rodríguez, cayó al suelo, sufriendo heridas, según un parte médico, pero los jóvenes niegan haber tenido participación alguna en esos hechos.
Por otra parte, un grupo de apoyo a los alumnos denunciados se concentró bajo el lema ‘Nos recortan, nos acusan’ en los Juzgados de Vía Alemania, para exigir la absolución de los jóvenes afectados por el proceso judicial.