Los recortes dictados por el Gobierno están afectando a la capacidad operativa de la Guardia Civil, en concreto a las patrullas que vigilan las inmediaciones del parque nacional de Cabrera, donde en los últimos meses está proliferando la pesca furtiva.
Algunos pescadores recretativos ya han regresado a puerto con importantes capturas de raors, circunstancia que prueba la existencia de pesca furtiva de esta especie, ya que el período de veda se extiende hasta el próximo 31 de agosto.
Las fotografías a las que se ha tenido acceso revelan que algunos ejemplares todavía no habían cumplido con el desove, circunstancia que puede tener consecuencias en futuras campañas.
Menos medios
Fuentes cercanas a la Guardia Civil han confirmado que la política de ajustes dictada por el Gobierno también está teniendo consecuencias en los medios que se disponen para las patrullas marítimas, encargadas –entre otras competencias– de controlar la pesca furtiva.
Los recortes en la Guardia Civil afectan en especial a la disposición de combustible para que sus embarcaciones se puedan hacer a la mar.
Desde la Conselleria d'Agricultura se asegura que el parque nacional de Cabrera mantiene sus mismos efectivos que en años anteriores, mientras que estadísticamente sólo se han tramitado cuatro denuncias por pesca ilegal en aguas del archipiélago, las mismas que en el pasado año.
Desde la Conselleria no se descarta que la proliferación de la pesca furtiva también sea consecuencia de la crisis que afecta a las economías familiares.