Trabajadores, familiares y personas con problemas de salud mental, que forman parte de la Federación de Entidades de Salud Mental de Mallorca, se concentraron ayer en la Plaça Major de Palma para exigir al Govern que les pague los 400.000 euros que les adeuda de los dos últimos años.
Con pancartas en las que se podía leer 'Estoy loco pero no soy idiota. Quiero mi dinero' o 'No retalleu la nostra salut' unas 200 personas se concentraron ayer para advertir que si el Ejecutivo balear no paga pronto tendrán que cerrar sus servicios y que el cierre de los mismos afectaría a 386 usuarios; 703 familias de personas con enfermedad mental; 74 puestos de trabajo para personas con discapacidad por salud mental; 45 profesionales que prestan apoyo a estas personas y 38 voluntarios de las entidades dedicadas a la salud mental.
El Govern tiene una deuda generada con las entidades de salud mental de más de 400.000 euros, generada por servicios prestados por las entidades al Ejecutivo. Buena parte de esa deuda, según explicaron ayer, corresponde a la subvención de parte de la nómina de los trabajadores discapacitados de los dos últimos años, que las entidades han tenido que adelantar.
Cierre
Tal y como explicaron ayer en la concentración la situación de la tesorería de las entidades que forman parte de la Federación es insostenible y, advirtieron de que «de seguir así nos veremos obligados a cerrar nuestros servicios en unos meses».