El Parlament balear ha aprobado hoy la nueva Ley de Turismo, una norma que según el Govern del PP favorece la reconversión de zonas turísticas obsoletas y regulariza el cambio de usos de hoteles, mientras que para la oposición impulsa el desarrollo urbanístico desordenado y la ocupación de suelo rústico.
La ley ha sido respaldada en su conjunto por el PP, que ha rechazado todas las enmiendas planeadas por el PSIB y el PSM-IV-ExM i Més per Menorca, grupos que se han abstenido en algunos puntos aislados de la normativa pero se han opuesto a los aspectos que suponen cambios de calado en la regulación vigente
El debate ha estado marcado por el mareo que ha sufrido en mitad de su intervención la diputada del PP Lourdes Bosch, que ha tenido que abandonar la tribuna y ha obligado a la suspensión por diez minutos de la sesión, tras la cual se ha dado por zanjado el debate.
Antes, Bosch ha defendido que la ley propuesta por el Govern favorecerá la modernización del turismo en Baleares y la competitividad de sus empresas, mientras que los grupos de izquierda han considerado que perjudica al turismo de calidad, favorece la construcción desordenada e introduce arbitrariedad e inseguridad jurídica.
La diputada del PP ha respondido a las críticas de la oposición por la subida del IVA culpando al PSOE por dejar «el país arrasado» y ha asegurado además que si se sigue aplicando al principal sector de la economía balear el tipo reducido de ese impuesto es gracias a la intercesión del presidente del Govern, José Ramón Bauzá.
Respecto a la ley turística, ha resaltado que en comisión ha incorporado numerosas enmiendas de la oposición y ha lamentado la falta de apoyo de los grupos de izquierdas al conjunto de una norma que en buena medida recopila regulaciones aprobadas por el ejecutivo del Pacto de Progreso.
Frente a los reproches por establecer dispensas en el cumplimiento de algunos preceptos para determinados proyectos, Bosch ha asegurado que en la pasada legislatura «veinticuatro establecimientos hoteleros fueron exonerados de cumplir la normativa», ya que «en ocasiones es imposible» ajustarse estrictamente a las reglas.
La diputada socialista Isabel Oliver, para quien el incremento del IVA no solo restará competitividad sino que dificultará la ejecución de proyectos de reforma en la próxima temporada baja, ha sostenido que la ley es básicamente una norma urbanística.
A juicio de Oliver, introduce una gran «arbitrariedad» en la normativa turística, consolidad ilegalidades en vez de corregirlas, favorece el crecimiento cuantitativo de la oferta en vez de su mejora cualitativa y «canaliza hacia el suelo rústico» el desarrollo de nuevas plazas hoteleras.
«El territorio y el paisaje son nuestras cartas de presentación a los turistas y si los destruimos no nos quedará nada, pero el PP no lo entiende así», ha asegurado Joana Lluïsa Mascaró, del grupo de PSM-IV-ExM i Més per Menorca, para quien permitir que los hoteles incluyan en sus instalaciones todo tipo de servicios y comercios dañará la oferta complementaria.