La entidad conservacionista Oceana ha hecho hoy un llamamiento al Gobierno para que «dé cumplimiento a la legislación» y amplíe la parte marina del Parque Nacional de Cabrera basándose en el Reglamento del Mediterráneo de la UE, la Directiva Hábitats, el Convenio de Barcelona y la Ley de Parques Nacionales.
La organización ha advertido en un comunicado de que los hábitats hallados en los alrededores de Cabrera «deberían estar ya protegidos» y de que el Gobierno «está vulnerando diversas normativas nacionales e internacionales» al no ampliar la parte marina del Parque Nacional de Cabrera.
Oceana ha explicado que legislación ambiental vigente como la Ley de Parques Nacionales, la Directiva Hábitats de la UE y el Convenio de Barcelona recogen un listado de hábitats y especies a proteger entre los que figuran algunos que están presentes en los alrededores de Cabrera y que permanecen desprotegidos por hallarse fuera de los límites actuales del parque.
Según la entidad, esta protección está fijada tanto en legislación de tipo pesquero como en normas de carácter medioambiental. En cuando a la legislación pesquera, el Reglamento del Mediterráneo de la UE obliga a proteger especies que las investigaciones de Oceana han demostrado que están presentes cerca de Cabrera como importantes extensiones de coralígeno y maërl.
Dicho reglamento, adoptado en diciembre de 2006, establece la prohibición del arrastre sobre coralígeno y maërl, «prohibición que España aún no ha hecho efectiva ni en Cabrera ni otras zonas donde ya está constatada la presencia de estos hábitats, como son las montañas del canal de Mallorca, la reserva marina de Migjorn de Mallorca o los alrededores de las islas Columbretes».
Oceana ha detallado que esta norma fija además un periodo de dos años para el establecimiento de zonas protegidas de pesca nacionales que protejan tanto recursos como ecosistemas marinos, periodo que venció en diciembre de 2008.
El director de Oceana en Europa, Xavier Pastor, ha recordado que Oceana lleva años insistiendo en la necesidad de dar cumplimiento al Reglamento del Mediterráneo de la UE, dada la importancia para la pesca y el ecosistema marino de la conservación de los hábitats que protege esta norma.
Pastor ha remarcado que «la protección real es inexistente y ya existen áreas en Baleares y otras zonas de España donde el coralígeno y el maërl han sido total o parcialmente triturados por las redes de arrastre». Pastor ha acusado al Gobierno de «inacción» y le ha reclamado «un cumplimiento real y efectivo de sus obligaciones internacionales».
En cuanto a la protección ambiental, Oceana considera que se está incurriendo también en una falta de aplicación de normativas para la protección del mar como el Convenio de Barcelona, que lista especies y hábitats hallados en la zona investigada por la organización ecologista.
La científica marina de la entidad Silvia García cita entre dichos hábitats que deberían estar protegidos los campos de crinoideos, los jardines de gorgonias de profundidad y las agregaciones de esponjas que «están entre los objetivos de conservación de las Naciones Unidas para el Mediterráneo, objetivos que España obvia».
También la Directiva Hábitats y la Ley de Parques Nacionales son de aplicación en los hábitats y especies halladas en aguas del archipiélago de Cabrera.