Los recortes del Gobierno central, en sus planes de contención del déficit, llegan también a las ayudas a la dependencia. Por un lado, y con carácter general, se reduce en un 15% lo que el Ministerio de Sanidad paga a los cuidadores familiares de personas dependientes. Por otro, establece nuevos baremos sobre la financiación de estos servicios, aumentando el copago y dejará de hacerse cargo de la cotización a la Seguridad Social de los no profesionales que se incorporen a partir de ahora al sistema. La medida afecta a unas 20.000 personas en Balears, según se incluya o no a las personas que están en lista de espera y a las que ya han utilizado el sistema.
Los recortes y modificaciones en la aplicación del sistema fue el mensaje que dio la ministra Ana Mato a los representantes de las comunidades autónomas en el Consejo territorial del sistema de autonomía y atención a la dependencia. Fue el estreno del conseller Antoni Mesquida, que el viernes sustituyó en el cargo a Carmen Castro.
PSIB: Un 'hachazo'
Mesquida señaló que, efectivamente, se había hablado de recortes, pero optó por quedarse con el «lado positivo» de la reunión. Según dijo a su salida de la reunión, el hecho de que se profesionalice la atención puede dar más garantías e, incluso, crear puestos de trabajo.
Los socialistas presentaron la reunión de ayer como «un hachazo a la atención a la dependencia».
Cosme Bonet y Conxa Obrador (PSIB) hablan de 20.000 dependedientes. La cifra que da la Conselleria es de 16.000. Depende de cómo los cuentan.