Los jefes de servicio y sección del hospital Son Llátzer han manifestado su «total desacuerdo» con la aplicación de las últimas medidas adoptadas por el Govern y la Conselleria de Salud, a la que ha pedido que reconsidere estas decisiones porque «los recortes no mejorarán la atención sanitaria».
Han asegurado en un comunicado que estas medidas conducen a una «degradación de la atención sanitaria», en «detrimento de la salud de los ciudadanos» y «minusvaloran todas las contribuciones llevadas a cabo por los profesionales sanitarios».
En un documento firmado por 27 jefes y remitido a Efe han expresado su queja por el trato «indigno» que están recibiendo de parte del Govern, que les obliga a reembolsar las retribuciones recibidas desde 2008.
Para ellos, la información transmitida desde el Ejecutivo autonómica de que han recibido emolumentos que nos les correspondían, supone un «trato vejatorio y criminalizado hacia los médicos», que no intervienen en la nómina que reciben.
«Como cualquier profesional tenemos derecho a un sueldo digno y adecuado a nuestras responsabilidades y a no tener que defendernos de los ataques de nuestra propia empresa», han manifestado.
Para los facultativos, la ampliación del horario de los funcionarios a 37,5 horas no tiene la intención de ampliar el horario de atención al paciente «sino reducir el salario», sin embargo, se han mostrado de acuerdo con trabajar más horas porque se podría colaborar a reducir la lista de espera.
En este sentido, han querido dar a conocer a la opinión pública que a los médicos les preocupan los pacientes que están pendientes de una consulta, prueba o intervención quirúrgica, y que los profesionales sanitarios han realizado siempre más horas de trabajo de las acordadas por convenio.
Han precisado que estas medidas implican una disminución «importante» del sueldo, sin ser equitativas, como la reducción de la carrera profesional en un 32 %, que afecta a los trabajadores con mayor experiencia laboral.
Sin estos incentivos, percibirán menos de 1.300 euros al mes. «Si el objetivo es reducir el gasto que se diga de manera clara y directa», han insistido.
Los médicos de Son Llàtzer han explicado que el decreto por el cual se deja fuera del sistema sanitario a algunos colectivos, les crea «problemas deontológicos» al recibir a estos pacientes, que no pueden dejar de atender según el código profesional que les rige.