Balears será la primera comunidad autónoma que contará con un marco legal propio para proteger la posidonia, ya que la dirección general de Medi Ambient ha elaborado un decreto que regula las actuaciones que pueden afectar a esta especie, que en febrero de 2011 fue incluida por el Ministerio de Medio Ambiente en la lista de especies silvestres en régimen de protección especial, lo que obliga a su protección. El decreto que ha elaborado el departamento que dirige Biel Company entrará en vigor cuando el Consell Consiltiu le de el visto bueno.
El futuro marco normativo de Balears prevé la protección estricta de los esculls (zonas en las que la posidonia llega hasta la superficie) de es Caló (Artà), Sanitja (es Mercadal), Addaia (es Mercadal-Maó), Talamanca (Eivissa), Porroig (Sant Josep de sa Talaia) y sa Torreta i es Pujols (Sant Francesc de Formentera). Además, prohibe el fondeo sobre posidonia de embarcaciones de más de 12 metros de eslora que estén sobre profundidades de menos de 35 metros. No obstante, la aplicación de este decreto no afecta a aguas ni zonas de reserva de puertos estatales ni autonómicos; ni a zonas arenosas o sin posidonia; tampoco afecta a profundidades superiores a los 35 metros -donde el crecimiento de la posidonia se limita bastante por la falta de luz-, ni a las zonas declaradas lugar de importancia comunitaria (LIC) con planes de gestión donde el Govern ha establecido campos de fondeo de bajo impacto ambiental. También prevé otras medidas, como la prohibición de instalaciones de acuicultura, la extracción de áridos y vertidos sobre praderas de posidonia.
Sin embargo, este nuevo marco normativo no contenta a ninguno de los afectados: los ecologistas consideran que es demasiado permisiva, mientras que el sector náutico opina que es muy restrictiva. El director ejecutivo de Oceana, Xavier Pastor, lo calificó de «ilegal», ya que entiende que autoriza el fondeo de embarcaciones menores de 12 metros de eslora en las zonas con posidonia, que está protegida y debería estar totalmente prohibido. En su opinión, «saltándose la legislación autoriza el daño a la posidonia». Pastor también critica que se haya puesto un límite para el fondeo, ya que las aguas de Balears son muy transparentes y a más de 30 metros también puede haber posidonia. «No es cuestión de tamaño ni de profundidad, sino que donde hay posidonia no se debe poder fondear», sostiene.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Clubes Náuticos de Balears, Miquel Suñer, cree que la nueva normativa es muy restrictiva, aunque matiza que aún no está aprobado definitivamente y que sólo conoce algunos aspectos. Suñer aboga por «dejar las cosas como están» y argumenta que no se debería prohibir fondear a los barcos con más de 12 metros de eslora en las zonas con posidonia. En este sentido, añade que «cualquier charter supera los 12 metros» y sostiene que se «debería recibir a la gente y no poner limitaciones para que la gente venga».
Desde la Conselleria de Medi Ambient recuerdan que el Ejecutivo de Antich envió el borrador a todas las partes, algunas hicieron alegaciones, y subrayan que está colgado en la web del Govern. Las mismas fuentes concluyen que el objetivo ha sido redactar una normativa que sea aplicable y equilibrada entre los diferentes sectores afectados.