Antoni Pastor ya no es diputado del PP aunque sigue militando en el partido, al menos de momento. El comité de derechos y garantías, reunido ayer por la tarde de urgencia, decidió la suspensión cautelar de todos sus cargos públicos, lo que implica que es diputado, pero no del PP, que es alcalde, pero no del PP, y que es militante del partido, pero no presidente de esta formación política en Manacor.
Se trata de una medida cautelar, es decir transitoria, hasta que se resuelva el expediente, pero no es la única que ayer tomó el partido. El comité de derechos y garantías decidió además solicitar al comité nacional la apertura de un expediente disciplinario por un infracción muy grave y reclamó además que, mientras se tramita este expediente, que puede durar unas tres semanas, se acuerde la suspensión cautelar de militancia de Pastor. Esta decisión sólo la puede adoptar el comité nacional de derechos y garantías, según los estatutos del PP.
Expulsión
El PP eligió ayer mano de hierro con Pastor mientras se tramita la expulsión del diputado díscolo, que es la intención de la cúpula del partido. Los estatutos marcan que la tramitación de este expediente no puede durar más de dos meses, pero la intención del partido es agilizar al máximo el proceso. En cualquier caso, los estatutos establecen que, antes de tomar cualquier decisión en firme, debe darse un plazo de 15 días al diputado afectado para que presente su pliego de descargos, es decir, para que explique por qué decidió no acatar la disciplina de voto. Una vez que este documento llegue al comité de garantías, se puede decidir la expulsión inmediata o la suspensión de militancia por un periodo de entre cuatro y seis años o la expulsión. La dirección del PP quiere que el expediente se resuelva con el abandono definitivo del partido por parte de Pastor.
El expediente puede estar finalizado en un periodo de tres semanas si los plazos se ajustan al máximo, como es la intención.