El exgerente del Instituto de Estrategia Turística (Inestur) Antoni Oliver ha afirmado hoy en el juicio del caso Voltor que los pagos supuestamente irregulares al exalcalde de Sóller de Unió Mallorquina (UM) Antoni Arbona respondieron a «órdenes directas» del exconseller de Turismo Francesc Buils.
En la segunda jornada del juicio por el pago a Arbona de 15.000 euros de Inestur para unos trabajos que supuestamente no hizo, Oliver, el último de los cuatro acusados en declarar, ha afirmado que el exvicepresidente de Inestur Santiago Balaguer le ordenó contratar al exalcalde siguiendo las directrices de Buils.
Oliver ha confesado los hechos de los que le acusa la Fiscalía, si bien no se ha mostrado conforme con las penas pedidas, al igual que Arbona, quien ayer admitió ante el tribunal de la Audiencia de Palma que el dinero sirvió para gratificarle por unos trabajos que hizo para UM.
Oliver, Buils y Antoni Rebassa, exdirector del departamento de Inestur que pagó a Arbona, se enfrentan a una petición fiscal de 4 años y medio de cárcel, mientras que para el exalcalde de Sóller Anticorrupción reclama 2 años y 3 meses de prisión.
Las supuestas gratificaciones al exalcalde por parte de Inestur, controlado por UM, se hicieron en dos tandas: con una factura de 3.000 euros en 2007 y con un contrato menor de 12.000 euros en 2008 para un proyecto de senderismo en la Sierra de Tramuntana.
Oliver ha dicho que después de hablar con Balaguer se dirigió a Buils para comentar el tema, puesto que la factura de 3.000 euros respondía a un asesoramiento sobre Tramuntana que él nunca vio, y el exconseller le dijo: «Las instrucciones de Balaguer son mis instrucciones. Síguelas».
De hecho, el exgerente ha asegurado que Buils daba su visto bueno a todas las contrataciones, ya que en una ocasión que decidió contratar sin decírselo el exconseller le reprendió porque la empresa adjudicataria eran afín al PP. «Cuando quieras contratar a alguien me lo comentas, me dijo Buils», ha añadido el acusado.
Oliver ha afirmado que le extrañó que la factura de 3.000 euros pagada en 2007 por gastos de asesoramiento se tramitara tan rápido.
En su opinión, esto se debió a que en unos meses se iba a celebrar un congreso en UM para elegir nueva cúpula directiva, tras el anuncio de la expresidenta Maria Antònia Munar de que no continuaría al frente de la formación.
«Atando cabos caí en la cuenta de que había muchos movimientos en UM para captar afinidades y voluntades de voto para el congreso, que estaba muy dividido», ha opinado Oliver.