El Parlament abordará, en el pleno del próximo martes, la proposición de ley presentada por el Ayuntamiento de Palma para modificar la Ley de Capitalidad, que incluye el cambio de denominación de capital balear a Palma de Mallorca.
Después de que el pasado 13 de marzo, la Cámara tomase en consideración la modificación de esta normativa, que también incluye que Palma recupere las competencias en materia urbanística, el Parlament acogerá el martes el debate de la Comisión de Asuntos Institucionales y Generales sobre esta proposición.
Cabe recordar que durante la sesión de marzo el alcalde de Palma, Mateu Isern, señaló que no quiere que se excluya al Consell de Mallorca en las competencias, sino que busca que éstas se complementen.
Además, en los pasillos de la Cámara el primer edil explicó que el cambio de denominación de la ciudad que se producirá con la modificación de la Ley de Capitalidad y que convertirá a Palma en Palma de Mallorca es para que se produzca una «identificación inmediata», especialmente de cara al turismo, y para facilitar así la «eficiencia hacia terceros».
Así, admitió que sería «tonto» que los palmesanos o mallorquines llamen Palma de Mallorca a partir de ahora a la ciudad e incidió en que esta modificación en el término es para mejorar la «eficacia y eficiencia hacia terceros».
Cambio «útil para la gestión de los intereses»
Por su parte, en el pleno, el diputado del PP, Oscar Fidalgo, consideró que es de «justicia» que a la ciudad se le dé lo que es suyo y expresó que el traspaso de competencias «será útil para la gestión de los intereses de la ciudad» y «no se perjudicará a nadie».
Mientras, el diputado socialista Jaume Carbonero se refirió a la tramitación urbanística y se mostró contrario al cambio porque la actual LOT garantiza los procedimientos normales en esta materia.
Así, afirmó que «no sirve la defensa de la ciudad como elemento aislado al resto de la isla» y remarcó que el crecimiento tiene «límites» porque el problema es referente al cumplimiento de la legalidad «más allá de la guerra entre administraciones».
Respecto al cambio de nombre de la ciudad, Carbonero señaló que «Palma es el nombre oficial como se recoge en el Estatut», no sólo el nombre «más popular» como apuntó el alcalde.
«Los topçónimos forman parte de un proceso histórico»
En la misma línea, el diputado del PSM-IV-ExM y Més per Menorca Antoni Alorda aseveró que el nombre de «Palma de Mallorca» le suena «raro» porque los topónimos «son importantes» ya que forman parte de «un proceso histórico y tocan el corazón».