El IB-Salut pretende ahorrar 1,3 millones de euros al año reduciendo las prórrogas de jubilación y restringiendo a un 10% la prolongación del servicio activo más allá de los 65 años o de la edad legal de jubilación.
Así se lo ha notificado el IB-Salut a los sindicatos que forman parte de la Mesa Sectorial de Sanitat a los que ha remitido un borrador del acuerdo que pretenden aprobar próximamente en el Consell de Govern. Los sindicatos, que todavía no han discutido el tema a fondo, ya han mostrado su rechazo.
Un acuerdo por el cual se aprobaría el plan de ordenación de recursos humanos sobre jubilación y prolongación de la permanencia en el servicio activo del personal estatutario del IB-Salut y de sus entes adscritos (hospitales de Gesma, Hospital Comarcal d´Inca y Hospital Manacor) y por el que el IB-Salut estima que se ahorraría una media de 1,3 millones de euros anuales en salarios.
Personal
Las plantillas de personal del IB-Salut están formadas, según los datos de este organismo a 1 de enero de 2012, por 12.166 trabajadores (2.599 sanitarios facultativos); 3.638 (sanitarios diplomados); 2.674 (sanitarios técnicos) y 3.255 (gestión y servicios).
El personal afectado por la jubilación obligatoria a los 65 años durante el periodo de 2012-2016 es de un total de 894 trabajadores, 216 de ellos personal facultativo, según han calculado desde el Servei de Salut que prevé que la previsiones de jubilación en los próximos cinco años no va incidir en las necesidades organizativas y por ello, lo que pretenden, es que la prolongación de permanencia en el servicio activo hasta cumplir, como máximo los 70 años, sea autorizada con carácter «excepcional» por un periodo de un año, previa solicitud del interesado y sólo cuando concurran necesidades organizativas plenamente probadas.
Esta propuesta del IB-Salut llega sólo un año después de que se aprobara, en concreto el 1 de abril de 2011, el acuerdo de prolongación en el servicio activo más allá de la edad ordinaria de jubilación.
El nuevo documento presentado por la Administración a los sindicatos, que pretende sustituir el anterior, contradice en buena parte al aprobado en 2011 y que costó un gran esfuerzo de consenso por parte de las organizaciones sindicales y la Administración. El IB-Salut tiene previsto consensuar el nuevo documento con las organizaciones sindicales. De lo contrario, seguro que éste será otro punto de conflicto y movilizaciones.