Felipe Ferré, exconcejal del PP en Lloseta y sobrino político del expresidente del Govern Jaume Matas, ha negado durante su comparecencia ante el juez instructor del caso Ibatur que cuando el exconseller de Turismo Joan Flaquer le prometió un pago de 40.000 euros no era en concepto de prima o gratificación por la organización de un viaje promocional a China, sino por los gastos extra que había tenido su empresa Gourmet. «Eran gastos reales», ha incidido el imputado.
Durante su declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2, Pedro Barceló, Ferré, quien ya compareció en el marco de esta causa, ha explicado que fue durante una reunión en el 'hall' de un hotel de Pekín donde Flaquer y el entonces gerente del Instituto Balear de Turismo, Raimundo Alabern, el exconseller le dijo que «como estaba contento con la organización del viaje y yo le había comentado que había tenido gastos extra, le dijo a Alabern que me tenía que pagar 40.000 euros».
En este contexto, el encausado ha precisado que cuando en una anterior declaración habló de «prima extra o sobresueldo» que Flaquer decidió que se le entregara, «no se trata» de ninguna de las dos cosas sino que «fue para compensar los gastos extra de Gourmet», tal y como ha incidido al respecto. Una mercantil que, según ha recordado, estaba participada por el exconseller de Comercio Josep Juan Cardona, el exdirector general de Promoción Industrial Kurt Viaene y la exgerente del CDEIB Antònia Ordinas.
En esta misma línea, Ferré, quien se ha prestado a colaborar con los investigadores a fin de esclarecer la presunta trama urdida durante la segunda legislatura de Matas (2003-2007) a través del Ibatur y por la que se habrían desviado millones de euros públicos, ha recordado que el pago se decidió realizar a través de facturas infladas de diversos expedientes por trabajos reales, lo que fue acordado en la misma reunión en el hotel. «Flaquer le dijo a Alabern que lo arreglase conmigo», ha agregado.
El declarante también ha sido preguntado por la realización del proyecto Honey Moon -desarrollado para la promoción de Baleares con un coste final de 800.000 euros por parte del Ibatur, pese a estar presupuestado en 300.000-, respecto al cual ha recordado que le fue presentado a Matas y «cuatro o cinco días» después Flaquer le comunicó que la iniciativa había recibido el visto bueno y que se canalizaría a través del Ibatur.
En concreto, la declaración de Ferré ha tenido lugar después de que el pasado mes Flaquer declarase de forma voluntaria y negase en su deposición haber incurrido en irregularidad alguna, rebatiendo por tanto las acusaciones que anteriormente Ferré había dirigido contra él.
En su deposición, Flaquer, defendido por el abogado Carlos Florit, aseguró que cuando era alto cargo del Govern no tuvo conocimiento de que se estuvieran produciendo prácticas ilegales como el hinchamiento de facturas o el cobro de comisiones a través del Ibatur, en contra de lo que manifestó en su día Ferré, quien le involucró en esta supuesta trama al asegurar que el exconseller estaba al corriente de estos hechos.
Respecto a la presunta prima de 40.000 euros como gratificación por la organización del viaje promocional a China a través de la empresa de Ferré Comarca Global Consulting -una de las mercantiles investigadas en el marco de esta causa y presuntamente favorecidas con contratos irregulares-, el extitular de Turismo negó de forma tajante estos hechos.
Ferré, quien por otro lado se encuentra acusado en el marco del caso Scala, denunció en su anterior comparecencia que tanto Flaquer como el exgerente del Ibatur, Raimundo Alabern, eran conscientes de que las facturas de los contratos que otorgaban desde la Administración pública «estaban hinchadas».
El también administrador de las empresas Comarca Global, Gourmet and Boutique Island e IAS Hong Kong confesó que, entre las presuntas prácticas ilegales que se llevaron a cabo desde el Ibatur, desde sus empresas -que se hallan entre los principales proveedores del Ejecutivo autonómico durante la anterior legislatura-, se efectuaban trabajos «para exagerar lo que se cobraba» y «siempre se hacía un pequeño expediente».