El secretario general de la UGT Balears, Lorenzo Bravo, afirmó ayer que «vamos a intentar parar por la vía que sea» los recortes del Gobierno central y del Ejecutivo de Bauzá, y apuntó que «se me han acabado los insultos» para el president.
Bravo, acompañado del secretario general de la Federación de Servicios Públicos, Aurelio Martínez y la de la Federación de la Enseñanza, Carme Santamaria, analizó ayer las consecuencias del nuevo programa de ajustes de 347 millones aprobados el pasado lunes por el Ejecutivo autonómico.
Impuesto de sociedades. «Ha habido comunidades autónomas que han aplicado el impuesto de sociedades, hecho que aquí no se hace y que supondría unos 90 millones de euros, que podrían haber servido para salvar los hospitales Joan March y General», afirmó Bravo.
Privatización de hospitales. Martínez denunció que los próximos objetivos el Govern, aunque desde el Ejecutivo lo hayan negado, van a ser la privatización de los hospitales comarcales de Inca y Manacor, «no se trata de una cuestión económica, sino ideológica», señaló Martínez y añadió que «se está imponiendo un modelo social diferente que va en contra del Estatut d´Autonomia y de la propia Constitución».
Venta. Bravo afirmó que el Govern estudia la viabilidad de vender el Hospital Joan March y Martínez puntualizó que «esperamos que no sea un pelotazo inmobiliario». y añadió que «el hospital es de los ciudadanos de Balears y la familia March, que cedió los terrenos, tendrá algo que decir», a lo que Bravo puntualizó que «vamos a hablar con la familia March a ver cuál es su opinión sobre el cierre del hospital».
Despidos. El sindicato insistió ayer en que el último plan de ajuste presentado por Bauzá supondrá una importante pérdida de puestos de trabajo, alrededor de 1.000 en Educación y unos 2.000 en Sanidad, según informó Carme Santamaria y dijo que el modelo educativo de Balears está «bastante tocado por no decir condenado».