Una gran pancarta con el lema ‘Trabajo, dignidad y derechos' encabezaba ayer la manifestación del 1 de Mayo organizada por UGT, CCOO y STEI-i en la que participaron más cerca de 4.000 personas, entre 8.000 y 10.000 según los organizadores, y en la que tuvieron un gran protagonismo los trabajadores del Hospital General y el Joan March.
Los recortes del Govern en materia de Sanidad, Educación y contra el Estado del bienestar y la reforma laboral, centraron la acción de protesta con especial mención al anuncio del cierre de los hospitales; la desaparición del Consell de la Joventut y el hachazo de Bauzá a la Administración pública.
Una protesta, en palabras del secretario general de la UGT, Lorenzo Bravo, para dejar claro que «nos dirige un inútil, prepotente y chulo», en alusión al president Bauzá y que «se están cargando lo que nos ha llevado años conseguir entre todos». Bravo, durante su intervención, hizo alusiones personales contra el president y animó a los ciudadanos a ocupar el Consolat y las consellerias.
Por su parte el secretario general del STEI-i, Biel Caldentey, recordó que el paro será una «de las consecuencias de las medidas que ha tomado el Govern».
«Se ha pervertido la democracia y su calidad está en grave crisis», afirmó Caldentey y recriminó a Bauzá que legislen «por la vía de urgencia» y al margen de la ciudadanía.
Para Katiana Vicens, secretaria general de CCOO, la respuesta de la ciudadanía es importante para dejar claro a los gobiernos que los trabajadores, la gente en general, está harta «de los ataques contra sus derechos laborales y sociales» y contra el hecho de que practiquen «terrorismo de Estado».
Representantes de los partidos de la oposición participaron ayer en la manifestación del 1 de Mayo, afirmando, como lo hizo ayer Manel Carmona, coordinador de EU-IB, que «el PP nos está acostumbrando al abismo griego y no a la situación de Francia o Alemania».
El secretario general del PSM-EN y portavoz en el Parlament de la coalición econacionalista, Biel Barceló, que horas antes había conmemorado el Día del Trabajo con sus compañeros en una comida celebrada en Campanet, se mostró totalmente crítico con el plan de ajustes presentado el lunes por el president Bauzá.
Muchos representantes del PSIB-PSOE, como Francina Armengol y Vicenç Thomàs, también se sumaron a la protesta para mostrar su rechazo a la reforma laboral de Rajoy y a las políticas de recortes que se están llevando a cabo en España y en Balears, y lo mismo hicieron los representantes de Esquerra Unida.
La gente mostró claramente en contra del plan de ajustes presentado el lunes por el president Bauzá. Especialmente los trabajadores del sector sanitario público que acudieron a la protesta vestidos de negro o con batas blancas y portando lazos negros.
La secretaria general de CCOO animó a todos los ciudadanos a «colocar lazos negros en balcones y ventanas para demostrar que estamos en contra de que cierren los hospitales y nos recorten nuestros derechos sociales», lo que generó uno de los mayores aplausos de la jornada.