«No pude enterrar a mi madre por culpa de la huelga de los controladores aéreos, es mi drama personal que me acompañará toda la vida». Raúl Anguita, uno de los miles de pasajeros afectados por el caos aéreo del Puente de la Constitución de 2010, acudió ayer al Juzgado de Instrucción 1 de Palma para ratificarse en la causa penal contra los controladores aéreos.
«Me asesora el despacho de Cremades & Sotelo, pero además, también he acudido a la vía civil en la reclamación contra AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea)», explica Anguita, residente en la localidad mallorquina de Porreres.
Raúl Anguita y su esposa quedaron atrapados en el aeropuerto de Son Sant Joan cuando iba a asistir al entierro de su madre en Guadalajara.
Entierro
«Ella falleció el sábado a las 14.45 horas, el entierro fue el domingo, pero yo esperé desde el viernes un vuelo para salir de Palma. Al final llegué quince minutos antes de que cerraran el cementerio de Guadalajara, me abrieron el ataúd y me despedí de ella como pude», recordó.
El abandono masivo de sus puestos de trabajo por parte de los controladotres aéreos atrapó a más de cien mil pasajeros en los aeropuertos de Palma, Menorca y Eivissa, y obligó a cerrar el espacio aéreo.
El juez Juan Catany investiga los hechos y ha interrogado a medio centenar de profesionales que dirigen el tráfico aéreo.
Entre el jueves y ayer, viernes, unos treinta pasajeros afectados han comparecido en el juzgado para personarse en la causa.
Los controladores aéreos han negado haberse concertado para abandonar sus puestos de trabajo y la mayoría afirma que se encontraban bajo condiciones extremas de estrés y agotamiento mental después de que el Gobierno modificara sus condiciones de trabajo.
Las investigacion han estado encaminadas a conocer cómo se coordinaron los controladores antes de que anunciaran las bajas médicas masivas para alegar incapacidad de trabajar.