El vicepresidente económico de Promoción Empresarial y de Ocupación, Josep Ignasi Aguiló, ha revelado este martes que la recaudación por fraude fiscal en la comunidad durante el pasado año fue de un total de 27,11 millones de euros, y ha esperado que durante este año la cifra «pueda ser de este orden o más elevada».
Durante la Comisión de Hacienda y Presupuestos del Parlament, el vicepresidente ha señalado que el Govern está llevando a cabo una «reorganización de la inspección» con el objetivo de reducir al máximo el fraude fiscal.
Por su parte, el parlamentario socialista Joan Boned ha criticado la cifra de 27,11 millones de euros, que ha tildado de «preocupante», puesto que en el año 2009 hubo alrededor de 38 millones de euros y en el 2010 sobre 55 millones, «y no creo que en el 2011 hubiese un volumen de fraude inferior» a esos años.
No obstante, Aguiló ha contestado remarcando que la reducción en estas cifras puede estar motivada en el descenso importante que hubo en la compraventa de inmuebles en las islas. Asimismo, ha destacado la «actuación contundente» que se está llevando a cabo por los cuerpos de inspección.
Por otro lado, el vicepresidente ha señalado que la economía sumergida, «uno de los problemas de la administración» es, según estudios realizados por cajas de ahorro y por consultoras, de alrededor del 20 o del 25 por ciento en las islas. Sin embargo, ha añadido que se trata de «estimaciones» y no son datos oficiales.
Aguiló ha hecho hincapié en la preocupación del Govern por los delitos contra la hacienda publica, y, en este sentido, se ha referido a las subvenciones. «Nos preocupa que las subvenciones no estén dirigidas a los objetivos que realmente se perseguían» ha indicado el vicepresidente, quien, además, ha reiterado que se debe actuar reduciendo el gasto dirigido a subvencionar «determinadas actividades que no siempre han tenido la finalidad prevista».
Defensa de las medidas de ajuste
Por otro lado, Aguiló ha defendido que las medidas incluidas en el plan de ajuste que presentará el Govern antes de que concluya el mes suponen «romper una tendencia, un status quo» y «cambiar un rumbo» de forma que se consiga «transformar la economía» de la comunidad para que sea «competitiva y no subsidiaria».
Así se ha manifestado el vicepresidente durante la Comisión de Hacienda y Presupuestos del Parlament, donde, además, ha admitido que las medidas que «están encima de la mesa pueden parecer poca cosa», si bien «significa que se empiezan a mover las cosas» en la comunidad, algo que es «complicado».
No obstante, durante la comparecencia los partidos de la oposición le han recriminado que no haya dicho «nada» sobre el plan de ajuste que el Ejecutivo balear prevé presentar antes de que concluya el mes, así como de los próximos recortes que prevén en la comunidad. «Ya está bien, es hora de que dé la cara y explique claramente qué va a hacer, ya basta de mentiras», ha dicho el diputado socialista Joan Bonet.