El vicepresidente económico, de Promoción Empresarial y de Empleo, Josep Ignasi Aguiló, ha presentado hoy la campaña de prevención de riesgos laborales 2012 del Govern, que tiene el objetivo de «reducir al máximo y si es posible eliminar los accidentes laborales», que en 2011 provocaron 6 muertes en Baleares.
Aguiló ha defendido que la campaña intenta concienciar de la necesidad de evitar que se produzcan accidentes en el mundo laboral, una tarea en la que es necesaria la implicación de empresas, organizaciones, trabajadores y del propio Govern, «que debe tutelar esta problemática».
«El objetivo del Govern es reducir al máximo y si es posible eliminar los accidentes laborales, una fuente de costes muy elevada y que además crea dificultades a las personas, por lo que toda la lucha contra esta lacra será pequeña», ha defendido Aguiló.
El vicepresidente considera «especialmente importante» combatir la siniestralidad en el actual momento de «cambio y reorganización» en la administración y el ámbito empresarial.
La directora general de Trabajo y Salud Laboral, Juana María Camps, ha explicado que el índice de siniestralidad ha descendido en Baleares, pero «no lo suficiente», porque las islas siguen a la cola en este aspecto en relación con otras comunidades. Dicho índice fue de 3,9831 accidentes cada 1.000 trabajadores en 2011, cuando en 2007 se situó en 6,4995.
Según el Govern, en 2011 hubo 15.044 accidentes laborales con baja en Baleares, de los que un 99,4 % fueron leves (14.967), 68 graves, 3 muy graves y 6 mortales. El responsable de Medio Ambiente y Formación Sindical de CCOO, Ernest Surià, ha puntualizado tras la rueda de prensa que la cifra total de accidentes mortales fue de 10 en 2011, ya que hubo 4 más que ocurrieron in itinere.
Camps ha señalado que el Govern considera que hay una «buena proyección» en la disminución que registran los accidentes graves y mortales, pero no así en los leves.
Una de las principales novedades de la campaña es la creación de programas de tutorización para las empresas. El Govern hará seguimiento durante un año a las empresas que se apunten voluntariamente y, si lo hacen correctamente, tendrán atenuantes en el caso de que cometan alguna infracción.
Camps ha concretado que la atenuante se conseguirá «tras haber seguido la tutorización con éxito durante un año» y después de que la empresa haya sido sometida a análisis, control y a un informe final. En ese caso, se producirá «una rebaja de las penas, de uno o dos grados, si estas empresas incurren en infracciones».
La responsable de Salud Laboral ha defendido la necesidad de promover «un control en positivo», que es lo que pretende la campaña de tutorización.
Para dicho control de las infracciones, Camps ha señalado que el Govern no ha reducido su plantilla «ni un solo técnico» salvo porque se han producido tres jubilaciones desde junio.
Con el fin de mantener el control, el Govern reservará a sus técnicos para las labores de tutorización y colaboración con la Inspección de Trabajo y la Agencia Tributaria y contará con «la colaboración de técnicos de sindicatos, mutuas y organizaciones empresariales» en materia de formación.
La campaña incide en la formación y el fomento de la cultura preventiva. «Creemos que la siniestralidad bajará cuando todos los trabajadores asuman que hay que trabajar en pro de las medidas de seguridad. Es necesario un cambio de mentalidad», ha dicho Camps.
En este sentido, el Govern ya ha puesto en marcha una campaña entre los estudiantes, desde los colegios a la universidad, y otra dirigida a las microempresas (de menos de 10 trabajadores) para ayudarles a implantar sus planes de prevención.
Además habrá actuaciones específicas por sectores, con visitas a industrias y empresas de hostelería y una campaña de sensibilización en medios de comunicación y redes sociales, «bastante dura», con anuncios que inciden en las repercusiones de los accidentes para las familias de los trabajadores que los sufren.