Numerosos fieles disfrutaron ayer de un soleado Domingo de Ramos en la Catedral de Mallorca, jornada en la que no faltó la bendición previa de las palmas y los ramos en el Palau Episcopal.
Desde esta residencia, salió la pequeña procesión que recorre el trayecto hasta la Seu.
Las celebraciones religiosas organizadas ayer por el Obispado en la Catedral, contaron con la colaboración de la Coral de la Seu, que acompañó los distintos actos con cantos tradicionales por estas fechas, como es el caso del algunas piezas del autor mallorquín, Pere Rabassa.
La bendición de palmas y ramos dio comienzo a las diez de la mañana. Los asistentes se encontraron, como es habitual, una buena cantidad de ramas de olivo amén de los puestos de palmas dispuestos en la puerta de la Almoina.
Toda vez que concluyó la bendición, los fieles salieron en procesión hacia el Portal Major de la Catedral donde el obispo presidió la tradicional misa.
En la misma, Murgui destacó los valores propios de la Semana Santa e invitó a los fieles de Mallorca a seguir los aspectos profundos y religiosos. La semana grande de la fe, destacó.
Jerusalén
El Domingo de Ramos recuerda la entrada gloriosa de Cristo en Jerusalén y es, una de las muestras alegres de una fiesta que rememora la Pasión.
Sin embargo, la Semana Santa más allá de la espiritualidad que preserva, es también hoy muestra de tradición festiva.
En este sentido, la propia Catedral invita a los fieles extranjeros, tanto turistas como residentes, a participar de las celebraciones religiosas que por su vistosidad y peculiaridad son uno de los grandes reclamos turísticos españoles y mallorquines.