El Consell de Mallorca no tendrá más remedio este año que recortar inversiones para poder cuadrar sus cuentas y lo más llamativo del caso es que buena parte de la culpa es del Govern, que no paga los 220 millones de euros que adeuda a la institución insular. La situación es tan delicada desde el punto de vista financiero que, en caso de que este dinero no llegue pronto, el Consell puede verse obligado a devolver al Gobierno central 160 millones de euros en carreteras. El dinero ha llegado, pero las obras no se han hecho porque el Consell destinó el montante a otros pagos.
Durante todos estos años, el Consell ha recibido un total de 194 millones de euros para carreteras, pero sólo está justificado el gasto de algo más de 30 millones. Esa es la razón que explica que, si el Consell no hace ahora obras por valor de 160 millones tenga que devolver el dinero cobrado pero no gastado en carreteras. Del Govern depende ahora que lleguen los 220 millones de euros al Consell para que esta institución no tenga que retornar los 160 millones no gastados.
16 millones menos
La situación es tan compleja que el plan de ajuste que ha tenido que aprobar la institución insular prevé la reducción de 16 millones de euros de inversiones previstas para este año. A cambio de renunciar a estas inversiones, la institución que preside Maria Salom podrá saldar una deuda de 28 millones de euros con sus proveedores gracias a la financiación del Gobierno central a través de los créditos ICO. Eso sí, la financiación no saldrá gratis ya que el Consell de Mallorca deberá pagar los 5 millones de euros que le costará concertar este nuevo préstamo.
Los responsables de la institución insular son conscientes de que es prioritario que el Govern salde su deuda para que el Consell salga de la situación de asfixia económica en la que se encuentra. «Es verdad que si el Govern pagase no estaríamos aquí», reconoció la consellera d'Hisenda, Margalida Roig, en el pleno que celebró el viernes la institución para aprobar el plan de ajuste. No obstante, Roig también precisó que la deuda no procede del actual Govern, sino que arrastra desde hace años sin que el anterior equipo de gobierno, presidido por la socialista Francina Armengol hiciera nada para reclamar el pago a Francesc Antich. «Esta deuda nos está creando un problema grave de liquidez», añadió.
De hecho, así consta en la memoria explicativa que acompaña al plan de ajuste remitido al Gobierno central. «La situación del Consell de Mallorca, a fecha de hoy, es una situación presupuestaria equilibrada, teniendo únicamente problemas de liquidez derivados de los impagos realizados por el Govern de les Illes Balears», señala el documento oficial.
Sumisión
Esta es una de las cuestiones que la oposición reprocha al equipo de Maria Salom: que no sea más contundente con el Ejecutivo para que abone los 220 millones que debe. Tanto el portavoz del PSOE como el del PSM-IV-ExM ha reprochado en reiteradas ocasiones la «sumisión» de Salom a las decisiones de José Ramón Bauzá.