Aina Calvo cedió ayer el testigo de secretario general del PSOE de Palma a Diego González, que se hizo con la victoria en el congreso de los socialistas palmesanos con el 66 por ciento de los votos. Obtuvo 101 votos frente a los 43 que logró su oponente, Virginia Abraham, que de esta forma tuvo el 28 por ciento de las papeletas emitidas. Un total de 9 compromisarios votaron en blanco, lo que representa el 5,8 por ciento de los votos totales. Abraham estaba respaldada por el histórico dirigente socialista palmesano, Ramón Torres, que ayer vio cómo perdía su primera batalla en el PSOE.
Tras resultar elegido, González agradeció el apoyo de los compromisarios y les animó a trabajar duro para mejorar la situación del partido. También tuvo palabras de agradecimiento para su antecesora, Aina Calvo, que ayer renunció a presentar batalla por el control del partido en Palma. Está por ver si Calvo seguirá como portavoz del grupo municipal, aunque todo apunta a que así será ya que González no es concejal en el Ajuntament.
De izquierdas
González, que se definió «de izquierdas» en el discurso de presentación y que recordó a sus abuelos asesinados durante el franquismo, afirmó que su opción es abrir las puertas del partido para dar más voz a los simpatizantes. Se mostró muy crítico con los gobernantes del PP. «Saldremos a la calle para plantar cara a sus políticas», señaló en el discurso de presentación de su candidatura.
Reconoció que la actual situación del partido es complicada, pero también insistió en que el PSOE tiene la fortaleza que le dan sus 120 años de vida. «No será un camino fácil, pero somos un partido curtido en las dificultades», aseguró.
Se mostró dispuesto a trabajar con todos los sectores del PSOE «porque aquí no sobra nadie» y afirmó que es más partidario de liderazgos compartidos que de un sólo líder dentro de la formación política.