No imaginaba el historiador Xavier Terrasa (Calvià, 1979) que su libro El patrimonio desaparecido de Palma fuera a convertirse en un éxito de ventas, pero lo cierto es que agotó su primera tirada de un millar de ejemplares en la Navidad pasada, y está a punto de agotarse la segunda en el presente mes.
Aunque conservacionista convencido y activista de ARCA, su propuesta en este caso no es radical sino que pretende llevar a los palmesanos «a la pura reflexión» sobre el paisaje urbano que tenían y «del que han desaparecido tan notables elementos, por si serán capaces de defender el que aún está erguido».
No niega Terrasa que en parte por su juventud, pero también por aliarse con el sentido común y con la búsqueda de lo posible, su propuesta con el libro que habla de los elementos urbanos de Palma desaparecidos sobre todo en la segunda mitad del siglo XX «no pretende retratar una denuncia, que ya llegaría tarde, pero sí un aviso con imágenes muy explícitas de la riqueza patrimonial e histórica que hemos perdido en las últimas décadas, por si debiéramos conjurarnos para salvaguardar la que nos queda».
Ciudadanía
El planteamiento de Terrasa con su libro, que viene a ser el mismo de la Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA) a la que dedica actualmente su actividad, ya no pasa por la queja mediante comunicaciones públicas sobre las agresiones al patrimonio histórico de Ciutat, sino «por la invitación a la ciudadanía para que conozca de primera mano lo que ha ocurrido y, si es su convencimiento, reclame a los poderes públicos un mínimo de sensibilidad sobre la herencia que recibimos».
Así, para los que quieran explorar de primera mano «la herencia perdida en Palma», ARCA ha organizado el próximo 26 de febrero un extenso recorrido por esa «ciudad desaparecida», que dirigirá el propio Xavier Terrasa, con salida desde la sede de la entidad en la calle de la Pau.
El pasado jueves día 9, en Ses Voltes, con motivo de la presentación del libro de Terrasa, se dieron cita para apoyarlo el presidente de ARCA, Pere Ollers; el cronista de Cort, Bartomeu Bestard; la coordinadora de Cultura del Ajuntament de Palma, María José Massot; el conseller insular de Patrimoni, Joan Rotger; y la profesora de la UIB Maria Josep Mulet. A todos ellos transmitió el historiador un mismo mensaje: «Se moderniza rehabilitando, no destruyendo».