El Ayuntamiento de Palma ha aprobado por unanimidad conceder a título póstumo la Medalla de Oro de la ciudad a quien fuera el Defensor de la Ciudadanía Miquel Lladó, que falleció el pasado 11 de febrero, a consecuencia de una larga enfermedad.
Así, esta mañana se ha celebrado un Pleno Extraordinario en el Consistorio para aprobar la concesión de este galardón a Lladó, quien fue también presidente de la Cámara de Comercio de Mallorca y de quien el alcalde de Palma, Mateu Isern, ha destacado su «capacidad de reunir unanimidades», tal como sucedió con su nombramiento para defender los derechos de los ciudadanos.
«Se pierde una persona de una gran categoría moral, tal como lo demuestra el hecho de que renunciara a recibir dinero para ser Defensor de la Ciudadanía», ha remarcado el primer edil.
En similares términos se ha expresado la portavoz del PSIB en el Ayuntamiento de Palma, Aina Calvo, quien ha subrayado que Lladó será una persona añorada, ya que se pierde a un «gran ciudadano» del que ha resaltado su «ejemplaridad».
Por su parte, el portavoz del PSM-IV-ExM, Antoni Verger, ha destacado la «gran capacidad de altruismo» que tenía Lladó y el «trabajo excelente» que hizo por «los que no tenían voz».
Tras aprobar la concesión de la Medalla de Oro de la ciudad, todos los regidores se han puesto de pie y han rendido una ovación con un caluroso aplauso a quien fuera el Defensor de la Ciudadanía y cuyo funeral se celebró este lunes en la capital balear.
Lladó nació en Palma en 1945 en el seno de una familia numerosa que estaba relacionada, profesionalmente, con el sector de la construcción. Tras formarse en el Institut Ramon Llull inició sus estudios de náutica, que dejó para hacerse cargo del negocio familiar al cual rebautizaría como 'Comercial Lladó'.
Destacó como empresario activo y fue el primer presidente de la Associació d'Emmagatzemistes de Materials y uno de los fundadores de la CAEB. También fundó la Societat de Garanties Recíproques del Govern Balear (ISBA) y el Círculo de Estudios Económicos. Además, fue el vicepresidente de la Federación de Construcción.
Los cargos más importantes que ocupó, dentro del mundo de la empresa, fueron el de presidente de la patronal del pequeño comercio Afedeco (también de la asociación a nivel estatal, Unecom) y el de presidente de la Cámara de Comercio.
Ahí defendió que la Cámara gestionase el aeropuerto -para que se convirtiera en un instrumento estratégico para financiar la región-, al tiempo que impulsó la ventana única para facilitar los trámites empresariales. Fue el presidente desde 1998 hasta 2006, cuando fue sustituido por el actual presidente de la Cámara, Joan Gual de Torrella.