La Fiscalía Anticorrupción atribuye al duque de Palma, Iñaki Urdangarin, una cuota de protagonismo mucho mayor del conocido hasta ahora en el entremado societario organizado en torno al Instituto Nóos, que junto a su socio Diego Torres, le permitió lucrarse con el dinero público recaudado en los fórums turístico-deportivos de Balears y Valencia.
Los investigadores poseen indicios para demostrar que Urdangarin no solo controlaba sus empresas Nóos Consultoria Estratégica SL y la inmobiliaria Aizoon SL, sino que también extendía su campo de acción a otras cinco sociedades: Virtual Strategies SL, Shiriaimisu SL, Intuir Strategy Innovat Sl y De Goes Center for Stakeholder Management SL
Comisión judicial
Por ello, una comisión judicial encabezada por el fiscal anticorrupción Pedro Horrach interroga desde ayer en Barcelona, sede de esas empresas, a un centener de trabajadores y autónomos, con el objetivo de conocer de primera mano qué papel concreto desempeñaba el marido de la infanta Cristina en esas sociedades, investigadas en la pieza separada número 25 del 'caso Palma Arena'.
Según las sospechas del Ministerio Fiscal, que constan en el sumario de la causa, Urdangarin y Torres organizaron un entramado societario utilizando a ese grupo de sociedades mercantiles a través de las cuales desviaban los fondos públicos y privados que recibía el Instituto Nóos, «apoderándose de los mismos».
La operativa, de acuerdo al relato de la Fiscalía Anticorrupción, era simple: se fijaban por el Instituto Nóos unos precios totalmente desproporcionados por los servicios que prestaba la para la Administración Pública y, tras recibir los fondos públicos, se simulaba por parte de dicho Instituto la contratación de servicios ficticios a dichas entidades mercantiles o presumiblemente facturados por importe superior al servicio realmente prestado, emitiendo las mismas las correspondientes facturas contra el Instituto Nóos, «acabando de esta forma los fondos públicos en manos de mercantiles controladas por Iñaki Urdangarin y Diego Torres».