La conexión entre es Coll d'En Rabassa y la autopista de Inca por el desdoblamiento de la carretera Ma-30 se iniciará este verano, tras el visto bueno ayer de la Comisión Balear de Medio Ambiente y la intención del contratista, el Consell de Mallorca, de abrir en un par de meses la licitación para las obras. Eso sí, una vez iniciadas, serán como mínimo dos años los necesarios para su completa finalización.
El conseller insular d'Urbanisme i Territori, Mauricio Rovira, no ocultaba ayer su satisfacción al constatar la aprobación por unanimidad del «exámen medioambiental» del desdoblamiento de la Ma-40, que data de 2004. «Lo cierto -señaló- es que este paso no sólo significa luz verde al cuidado con los impactos en el territorio y sus habitantes sino también al hecho del diálogo entre las Administraciones públicas, porque lo que se ha redactado en planos contiene las peticiones de los ayuntamientos de Palma y Marratxí».
Conexiones
Según Rovira, entre las modificaciones a los proyectos que se gestaron en los últimos siete años figuran «ante todo el menor consumo de territorio, porque se pensó una mediana de seis metros de anchura que se ha reducido a dos salvo donde deba alojar conducciones de agua, pero también las pantallas y la diferencia de cota a la baja en lugares de tanta afectación humana como Son Ferriol».
Dividido técnicamente en cuatro tramos, con una estimación presupuestaria del alrededor de 100 millones de euros -con cargo al convenio de carreteras suscrito con el Gobierno de España-, la obra tiene su punto más complejo en la zona de es Coll d'En Rabassa por las conexiones con el barrio, zonas comerciales e industriales y el propio aeropuerto, pero también al desembocar en Marratxí donde dará conexión a urbanizaciones de la zona.
El cruce con la carretera vieja de Sineu y con la de Manacor también han requerido, según el responsable insular de Territori, «minimizar los impactos de toda índole, si bien está claro que tiene que producirse porque nos estamos refiriendo a un territorio con viarios ya establecidos».
El conseller Rovira estima que los planos definitivos pueden estar listos entre finales de febrero y comienzos de marzo, y a partir de entonces comenzaría el proceso de licitación de los tramos y un horizonte de inicio de los trabajos el verano próximo.
«Una vez iniciado el desdoblamiento y de no surgir inconvenientes -señala el conseller insular-, los trabajos deberían finalizar en dos años, lo cual siempre significan molestias para el tráfico pero se habrá dado por fin solución a una veterana demanda».