Un grupo de 23 mujeres han constituido la Plataforma de Afectadas PIP de Baleares y reclaman que les sean sustituidas las prótesis mamarias defectuosas Poly Implant que en su día les fueron implantadas porque en algunos casos ya les han creado problemas de salud y en otros temen sufrirlos.
La Asociación de Consumidores de las Islas Baleares (ACUIB) ha organizado hoy una rueda de prensa con las afectadas en la que ha informado de que han sido localizadas 32 mujeres de las islas que tienen estos implantes, de las que 23 se han unido en una plataforma para emprender las acciones que consideren oportunas.
Según el asesor legal de ACUIB Jaime Saurina, todas las mujeres localizadas por el momento «han sido operadas en el mismo centro, la Clínica Dorsia, entre 2005 y 2009» y advierte de que pueden ser «centenares» ya que dicho centro llegó a realizar hasta tres operaciones semanales durante esos cinco años.
Saurina ha indicado que se está estudiando si cabe reclamar ante el Estado por no estar actuando ante un eventual problema de salud pública porque se dice que no está demostrada la toxicidad de las prótesis «pero mientras tanto se trata a las afectadas como conejillos de indias».
En el caso concreto de Baleares, cabría además reclamar una sustitución de las prótesis al centro que las implantó y una indemnización por el daño moral generado, ya que las mujeres firmaron un documento de consentimiento informado que se refiere a prótesis de suero, pero no de silicona, según Saurina.
Al menos dos de las mujeres han confirmado mediante ecografías realizadas por ginecólogos que las prótesis que tienen implantadas están rotas.
Una de las afectadas, Jessica, ha detallado que dos de las mujeres sufren secreción en los pezones, inflamación y atrofias musculares desde hace dos años, reclamaron a la clínica que volviera a operarlas para sustituir los implantes y la responsable de la misma se negó a hacerlo si no pagaban la intervención a un coste de unos 3.000 euros.
«Otra de las chicas, tras haberse hecho una ecografía, tiene una de las prótesis rotas y también se han negado a operarla si no es pagando», ha declarado.
La mayoría de las mujeres presentan pérdida de sensibilidad en uno o los dos pechos y reclaman que se les hagan pruebas y recibir algún tipo de tratamiento o ayuda para poder operarse y que las prótesis sean sustituidas. El centro donde se hicieron los implantes, en la actualidad les ofrece realizarles la intervención por 1.690 euros.
«Nos sentimos estafadas y engañadas», ha asegurado. También ha indicado que la mayoría de las mujeres no dispone de la tarjeta identificativa con información sobre las prótesis que es obligatorio llevar encima por si sufren algún problema de salud, ya que la clínica únicamente la facilitaba pasados 3 años desde la operación.
Otra afectada, Noemí, ha explicado que sólo dos de las 32 mujeres que se sabe que tienen implantes PIP en Baleares recibieron una notificación de la clínica indicando que los llevaban, por lo que ha hecho un llamamiento a todas las que se hayan hecho implantes en esa época y en ese centro para que «se informen bien de qué tipo de prótesis llevan, porque se pueden llevar una sorpresa».
Además ha relatado que ella misma acudió la semana pasada al Hospital Son Espases para solicitar que le hicieran pruebas para comprobar el estado de la prótesis y le indicaron que rellenase una solicitud en Atención al Paciente y la llamarían: «aún estoy esperando».
Según su relato, otras dos mujeres que han acudido al hospital, han sido remitidas a su médico de cabecera para que les facilite un volante y acudan al especialista «sin ningún tipo de urgencia».
Varias de las afectadas han declarado esta tarde que sufren problemas de ansiedad y afecciones dermatológica derivadas de la incertidumbre que les ha ocasionado saber que llevan prótesis PIP y otras dudan si seguir amamantando a sus hijos. «Estamos en estado de nervios y nadie hace nada», ha afirmado Noemí, que ha hecho otro llamamiento: «Que algún cirujano nos ayude, porque estas operaciones hoy en día cuestan 5.000 o 6.000 euros».