Las principales autoridades de las Islas asistieron ayer a la misa solemne que se celebraba en la Seu, en honor a Sant Sebastià, patrón de Palma. Como no podía ser de otro modo, la representación más amplia era la del Consistorio palmesano, encabezada por el alcalde Mateo Isern; acompañado por numerosos regidores del equipo de gobierno y del PSOE. Sin embargo, no asistió ninguno del PSM-IV-Entesa.
El Govern estuvo representado por el president José Ramón Bauzá y por el conseller d'Administracions Públiques, Simón Gornés. En representación del Ejecutivo central estuvo el delegado del Gobierno en Balears, José María Rodríguez. Por parte del Consell de Mallorca asistieron su presidenta, María Salom, y el conseller insular de Territori, Mauricio Rovira.
Sociedad
Al oficio religioso también fueron representantes de la sociedad civil, como el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Balears, Antoni Terrassa; y del ámbito militar, encabezados por el comandante general de Balears, Adolfo Orozco.
El deán Joan Bauzá recibió a las autoridades a las puertas de la Seu, donde tuvo lugar la solemne misa, concelebrada por el obispo de Mallorca Jesús Murgui. El obispo instó a los asistentes a tomar la historia como un signo de esperanza y no como una añoranza. Además, tuvo palabras de recuerdo para el beato Ramon Llull, entre otros.
Al finalizar la misa, nadie quiso valorar las protestas que se produjeron en el fogueró de la Plaza Major el pasado jueves contra la modificación de la Ley de Funció Pública, mediante la que el catalán pasa de ser un requisito a un mérito.
Por otra parte, en la fachada de Cort se expuso el cuadro de Sant Sebastià, tal y como marca la tradición.