El borrador de la ordenanza de ocupación de la vía pública no ha sido del agrado ni de los vecinos ni de los restauradores de Palma, provocando un conflicto de intereses entre ambas partes.
El horario de cierre es uno de los puntos más controvertidos, ya que los vecinos piden que se adelante y los restauradores que se retrase. En concreto, Fepae y la Federació de Associacions de Veins de Palma consideran que el horario de cierre se debe mantener a las 00:00 horas. No obstante, el portavoz de la Asociación de Vecinos de Santa Catalina, Pere Felip, cree que el cierre de las terrazas se debe adelantar a las 23:00 horas. Felip ha solicitado una reunión con el alcalde Mateo Isern y adelanta que denunciarán a los restauradores que incumplan el horario de cierre. Por el contrario, la presidenta de la Asociación de Restauración Caeb-Mallorca, Pilar Carbonell, entiende que el horario de apertura se debe retrasar hasta las 1:30-2:00 de la madrugada, al menos durante los meses de verano. En su opinión, «una ciudad turística necesita que las terrazas estén abiertas hasta las 1:30-2:00 horas».
Alegaciones
Tanto vecinos como restauradores ya han anunciado que presentarán alegaciones al citado marco normativo, que será aprobado inicialmente en el pleno de enero. En concreto, la presidenta de Fepae, Soledad Sarabia, explica que pedirán que la ordenanza contemple una zonificación, ya que cada zona de Ciutat requiere unas reglas. «No es lo mismo una terraza en el centro que en la Platja de Palma», argumenta Sarabia. Además, asegura que la ordenanza de ocupación de la vía pública que propone el gobierno de Isern es incompatible con la ordenanza del Ruido, ya que las terrazas superarían los decibelios permitidos.
Por su parte, los restauradores presentarán alegaciones para poder instalar cerramientos, así como estufas de cualquier modelo siempre que estén homologadas. Carbonell se mostró muy crítica con el gobierno municipal por haber presentado antes que a ellos el borrador a los medios de comunicación. La teniente de alcalde de Contratació i Funció Pública, Irene San Gil, contesta que se han reunido en numerosas ocasiones con todas las partes afectadas, entre ellos los restauradores, de los que han incluido algunas de sus propuestas. Además, argumenta que se trata de un borrador, que pasará a exposición pública tras su aprobación inicial. San Gil explica que «intentamos mantener un equilibrio entre vecinos y restauradores». En este sentido, destaca la necesidad de combinar el derecho al descanso de los vecinos con la posibilidad de dar herramientas que permitan reactivar la economía.