Entorno a medio centenar de jóvenes independentistas de las asociaciones Maulets y Cajei se han manifestado por las calles de Palma «plantando cara a la crisis» y han condenado las dificultades que sufre la juventud para acceder a la vivienda o a un servicio sanitario «universal» entre otras cosas en el marco de la Diada Nacional de Mallorca que se celebra cada 30 de diciembre.
Asimismo, una portavoz de las asociaciones ha señalado que este acto se lleva repitiendo desde hace tres años y que, además de protestar por el actual contexto de crisis, reivindican la liberación nacional de Els Països Catalans y la de la clase trabajadora.
Los jóvenes independentistas han partido de la fuente de la rambla de Palma escoltados por la policía nacional coreando consignas como «ni Francia, ni España: Països Catalans"; «Mallorca no es España» y «Policía tortura y asesina» y han finalizado la marcha en el espacio cultural Can Alcover.
A mitad de trayecto, los jóvenes han leído un manifiesto en el que han denunciado las «agresiones» al territorio y al «pueblo», han acusado a la entidad Círculo Balear de pertenecer al «sector fascista» y de estar «enmascarados detrás de una falsa moderación».
Ya en Can Alcover, donde se han organizado distintas actividades de carácter lúdico, David Pujol, al que piden 9 años de prisión y 13.000 euros de multa por presuntamente atentar contra la autoridad y ultrajar la bandera española el año pasado durante la celebración de la diada de Mallorca, ha defendido el carácter pacífico de la marcha. «Lucharemos al máximo para que así lo sea», ha destacado Pujol.
En este sentido, el joven ha explicado a Europa Press que el caso por el que él y tres compañeros más están encausados se está «investigando » y no ha querido detallar más datos para «facilitar el trabajo a la policía».
Sin embargo, ha señalado que los incidentes del año pasado fueron motivados por el nerviosismo de dos jóvenes agentes de policía «que comenzaron a golpear a la gente» y porque había un «fascista que tiraba sillas de hierro por encima de los manifestantes» y que, en el contexto de las agresiones, «hubo gente que se tuvo que defender».