La Fiscalía Anticorrupción y el Grupo de Delincuencia Económica de la Policía Nacional ha descartado, por ahora, incluir en la lista de principales sospechosos en el 'caso Urdangarín' al secretario de las infantas Cristina y Elena, Carlos García Revenga y al presunto testaferro del duque de Palma en la sociedad inmobiliaria Aizoon Mario Sorribas al considerar que ambos no forman parte del núcleo 'duro' de la toma de decisiones de los dos principales inculpados: el propio Urdangarín y su socio en el Instituto Nóos Diego Torres.
Según las fuentes consultadas por este diario García Revenga y Sorribas habrían desempeñado un papel secundario en la organización de la trama societaria orquestada en torno al Instituto Nóos, pese a que el primero figura como tesorero de esa entidad, y el segundo, como apoderado de Aizoon, la inmobiliaria de Urdangarín.
Indicios incriminatorios
Ambos, no obstante, estaban al margen de las decisiones que adoptaban, principalmente, Urdangarín y Torres, sobre quienes apunta el grueso de los indicios incriminatorios que fiscales, policías e inspectores de Hacienda han incluido en el sumario de la pieza separada número 25 del 'caso Palma Arena', cuyo arranque fue bautizado como 'operación Babel'.
García Revenga desempeñó el cargo de tesorero del Instituto Nóos durante 19 meses y, según las primeras hipótesis de los investigadores, no habría percibido ninguna remuneración. En ese periodo de tiempo, Iñaki Urdangarín presidía la entidad -fundada como una organización sin ánimo de lucro- y la Infanta Cristina figuraba como vocal de la Junta directiva.
Sorribas, por su parte, habría desempeñado el papel de testaferro de Urdangarín en la organización del segundo foro internacional turístico-deportivo que contrató el Govern de Jaume Matas con el Instituto Nóos.
Diego Torres, precisamente, fue interrogado por el papel desempeñado por Sorribas, pero se negó a aclarar esa cuestión.