El Palacio de Congresos de Palma y el hotel anexo no contará con dinero público en 2012 y 2013, según adelantó ayer el gerente de Palau de Congresos S.A., Ignacio Jiménez, durante su comparecencia en la comisión de Cuentas; tampoco recibirá los 30 millones de euros de los fondos estatuarios de 20011. Jiménez explicó que está negociando créditos con seis entidades financieras con unas condiciones ventajosas, entre ellas empezar a devolverlos en 2014, cuando ya tendrán el dinero del canon de la gestión de la citada infraestructura y el alquiler anual. «Para la negociación de la financiación que estoy tratando de conseguir no estoy contando con ninguna aportación pública», espetó, aunque puntualizó que «si llega, fantástico». A preguntas de los grupos de la oposición respondió que la intención es que el dinero público se pueda destinar a servicios sociales.
Enero de 2013
El gerente adelantó que el Palacio de Congresos y el hotel anexo estarán totalmente finalizados (con el equipamiento incluido) en enero de 2013. Actualmente están trabajando en la obra 117 obreros y se prevé que en marzo más de 200 personas. Además, aseguró que «Acciona no está pensando en parar las obras».
Respecto al coste del complejo turístico, aseguró que no superará los 117 millones de euros más IVA, ya totalmente equipado, y garantizó que no habrá desviaciones presupuestarias. En este sentido, destacó la colaboración del arquitecto Patxi Mangado, que ha adaptado pequeñas modificaciones del proyecto para evitar sobre costes. Jiménez aseguró que no se trata de cambios significativos.
El valor de la obra ejecutada es de 57 millones de euros, por lo que falta poco más de la mitad, exactamente 60 millones de euros, para finalizarla. De los 57 millones de euros que ya están ejecutados, se han pagado a Acciona 34 millones. De este modo, Palau de Congresos S.A. debe a la empresa constructora 23 millones de euros, de los que ya han vencido casi 18 millones de euros.
Jiménez remarcó que su objetivo es «terminar de ejecutar el proyecto en tiempo, plazo y coste», así como «poner en manos de los mejores gestores posibles la explotación» del Palacio de Congresos y el hotel.