El problema 'aún' era ayer de Zapatero pero, en poco más de una semana, será uno de los asuntos que tendrá que resolver el presidente Rajoy: qué hacer con los, aproximadamente, mil millones de euros que, sumando todos los convenios, compromisos pendientes, anuncios de inversiones y reclamaciones pendientes, corresponden a Balears.
El vicepresidente económico, Pep Ignasi Aguiló, se mostró muy cauto al respecto y pese a que había sido la portavoz del PP, Mabel Cabrer, quien le pregunto durante el pleno del Parlament, cuál era la deuda de la Administración central con Balears, no dio, intencionadamente, una cifra definitiva. El tiempo para la respuesta se le agotó mientras iba sumando. Cuando se le acabó el tiempo ya había sumado más de 800 millones sin contar el adelanto a cuenta del Fondo de Competitividad.
La cautela y las precisiones que Aguiló hizo luego en los pasillos, apuntando a que algunos anuncios del Pacte no estaban cerrados, puede tener que ver con el inminente relevo en la presidencia del Gobierno central. Los dos gobiernos estarán en manos del PP.
Presupuestos: recta final
Durante el pleno, y también a instancias de su propio grupo, el vicepresidente Aguiló, volvió a aludir a la necesidad de recortar las subvenciones. Un diputado del PP, Francsico Mercadal, le preguntó si no creía que las subvenciones empresariales «distorsionaban los mecanismos de mercado». La respuesta fue que «sí» y que «para que el mercado sea competitivo no ha de haber ventajas por estar cerca del poder». Según Aguiló, que no puso ejemplos concretos, en el pasado se dieron subvenciones por «estar cerca del poder».
El Parlament concluirá mañana el dictamen de los presupuestos de Balears, que se aprobarán la próxima semana.