Basta con circular en coche por la carretera que une Santa Ponça con Andratx para apreciar los devastadores efectos que han tenido los incendios registrados este verano. Desde la carretera se ven zonas quemadas que tardarán al menos 15 años en recuperar la imagen previa.
Los trabajos de recuperación de estas zonas boscosas son arduos y requieren paciencia. El conseller d'Agricultura i Medi Ambient del Govern, Gabriel Company, explica que la primera labor que realizan los servicios forestales es limpiar la zona quemada y retirar los árboles y arbustos afectados por el fuego. Lo primero que debe hacerse, por tanto, es eliminar aquellos elementos que supongan un peligro, además de asegurar tendidos y viales que hayan estado expuestos a las llamas.
Diques
La segunda fase de recuperación del monte ya se está ejecutando en algunas zonas concretas y consiste en crear diques naturales de contención para evitar que las lluvias del invierno arrastren con ellas la tierra sobre la que después debe crecer de nuevo el monte. «Hay que crear diques para evitar la erosión», explica Company. Estos diques contribuyen a frenar el proceso de desertización del monte.
Por último, la tercera fase de regeneración de las zonas quemadas pasa por la reforestación. En muchas de las áreas que sufrieron un incendio la reforestación se hace de manera natural, es decir, el propio monte se regenera. Sin embargo, en las zonas más afectadas o de mayor valor ecológico, el Govern refuerza la regeneración con la plantación de semillas.