El Govern aprobará las «modificaciones normativas que sean necesarias» para trazar la nueva 'hoja de ruta' de IB3. El Partido Popular (PP), mayoritario en la Cámara, lo dejó ayer muy claro durante el debate que celebró el Parlament a instancias del PSIB.
No se aprobó ninguna de las propuestas de los socialistas: la noticia estuvo ayer en lo que no se aprobó pero que, en cuestión de días o semanas, se hará público. Y lo que se hará público es que se cambiará la forma de elegir la dirección, se extenderá el bilingüismo y el ente público se abrirá al capital privado. Todas estas propuestas se hallaban en el texto alternativo que el PP preparó para el debate, y que será presentado en un próximo pleno. Todas las propuestas, además, fueron insinuadas por el portavoz 'popular' en esta materia, Fernando Rubio.
El Govern, en definitiva y como se contempla en la 'hoja de ruta' de IB3 que el PP anticipó ayer, podrá «presentar cuantas modificaciones normativas sean necesarias» para, entre otras cuestiones, «subsanar la falta de previsión normativa para designar a la dirección del ente en caso de dimisión de su titular». Por no estar prevista en la actual ley esta sustitución, el conseller de Presidència, Antonio Gómez, ejerce sus funciones.
No repetirá el concurso
El PSIB, consciente de que ninguna de sus propuestas se aprobará (el PP rechazó repetir el concurso para elegir al personal directivo, como pidieron los socialistas) optó por reclamar un amplio acuerdo a la hora de abordar los cambios. Cosme Bonet propuso crear una comisión para pactar el modelo audiovisual y acusó a los 'populares' de «ahogar» al sector audiovisual. A los recortes en el ente y al elevado endeudamiento que tiene con las productoras, unió la «liquidación» de Televisió de Mallorca que se oficializará mañana mismo. Bonet también consideró un «despropósito» que un conseller sea director general. Según el PP, más grave fue que Antoni Martorell, «militante con carné de UM» fuera director general con apoyo del PSIB y el PSM. Para Biel Barceló, del PSM, «hay una persecución política contra nuestra lengua» y «contra el mallorquinismo».