No es una prioridad, pero, en consonancia con el fin de las transferencias a las clínicas privadas que practican abortos, el Govern también quiere abordar cómo acabar con la administración de la píldora del día después sin que medie una receta.
La consellera de Salut, Carmen Castro, aseguró ayer que el Govern no está de acuerdo con el hecho de que la píldora se administre sin ningún tipo de receta médica. Sin embargo, el Govern no tiene más remedio que seguir el procedimiento que marca la legislación estatal, aprobada por el Gobierno de Zapatero.
Por esta razón, la consellera comentó que en breve su departamento tiene previsto iniciar un estudio para determinar si es posible modificar el procedimiento para que la píldora sólo pueda darse a aquellas mujeres que presenten una receta médica.
Control
«Como médico, creo que es muy importante que los facultativos sepan si sus pacientes han recurrido o no a esta práctica», señaló Castro. La consellera reconoció que no le gusta utilizar la palabra «control» referida a este asunto, pero matizó que debe haber algún tipo de supervisión para evitar abusos que se pueden estar dando.
«La píldora del día después se está usando como método anticonceptivo, pero las usuarias deben saber sus consecuencias», señaló Castro. En cualquier caso, precisó que, en estos momentos, la prioridad del Ejecutivo está en la reorganización de todo el sistema de salud.
También es probable que la llegada de Rajoy al poder facilite el hecho de que las comunidades puedan aplicar su propia regulación al respecto, en caso de que el Gobierno central mantenga la legislación de Zapatero.