La deuda de la administración autonómica que mantiene con las farmacias puede alcanzar los 120 millones de euros al finalizar el año, según las estimaciones realizadas por la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE).
Según el último Observatorio del Medicamento, relativo al mes de octubre, los farmacéuticos del archipiélago han cobrado parte de las cantidades pendientes de junio aunque aún se les adeuda las partidas relativas a julio, agosto y septiembre. Ante esta tesitura, el informe destaca que cada farmacéutico intenta financiar «como puede» los impagos que ascienden a casi cuatro meses.
A nivel nacional, FEFE prevé que la deuda que las administraciones autonómicas mantienen con las oficinas de farmacia ascenderá a final de año a cerca de 1.930 millones de euros, y para entonces afectará a más del 70 por ciento de estos establecimientos.
También urgen al Estado a avalar dicha deuda a fin de evitar «desabastecimientos generalizados», con el consiguiente «riesgo de quiebra» del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Actualmente ya hay doce comunidades autónomas que han publicado los resúmenes de sus programas de austeridad para cumplir con los objetivos de déficit de 2011 fijados por el Pleno del Consejo de Política Fiscal y Financiera, entre los que incluyen 855 millones de ahorro en medicamentos.
Esto está generando una situación generalizada de impagos que va en aumento aunque, no obstante, afecta en mayor o menor medida a unas comunidades y otras.
De este modo, y según las previsiones de FEFE, la región más endeudada a finales de año con las farmacias será Comunidad Valenciana (360 millones), seguida de Castilla-La Mancha (335), Andalucía (300), Cataluña (276), Madrid (202), Canarias y Murcia (150, en ambos casos).
En situaciones de normalidad, recuerdan las farmacias, el pago de los medicamentos dispensados se producía en un plazo medio de 45 días, los mismos en los que las farmacias pagan a los proveedores (almacenes de distribución y laboratorios), a quienes corresponde un 78 por ciento de lo ingresado.
Con el 22 por ciento restante, la farmacia tiene que hacer frente a sus gastos generales, nóminas, pago de seguros sociales e impuestos. Sin embargo, según reconocen, en el momento actual su capacidad de endeudamiento es muy limitada, particularmente en lo que se refiere a la adquisición de deuda a corto plazo (pólizas y préstamos), agravada por la situación de crisis económica global.
Sobre todo teniendo en cuenta que el retraso en el pago a proveedores, en caso de que el farmacéutico no se encuentre ya en el máximo, llegando a los 120 días, lo que conlleva un alto coste financiero.
Por ello, y ante los retrasos anunciados en el pago en distintas comunidades autónomas, FEFE teme un «importante desabastecimiento» y que, en algunos casos, haya farmacias que tengan que entrar en concurso de acreedores, particularmente las adquiridas en los cinco últimos años con créditos.