La recesión económica y la falta de crédito bancario ha acentuado la recesión en el sector de la construcción en Balears durante los primeros nueves meses de este año, al haber caído el número de obras y viviendas visadas en dicho período, que en el caso de Mallorca ha sido de un 20% en cuanto a la construcción de viviendas unifamiliares (ver gráfico adjunto), según datos del Colegio de Arquitectos de Balears y del Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Mallorca.
El decano del Colegio de Arquitectos de Balears, Joan Morey, así como el gerente del Colegio de Aparejadores, Bartolomé Mayol, coinciden en señalar que «la falta de crédito bancario está mermando la actividad y la capacidad de recuperación del sector de la construcción».
Morey incide en que esta estrategia viene acompañada «por el hecho de que bancos y cajas están ahora dando salida al stock de viviendas, muchas de ellas asumidas por las entidades por ejecuciones hipotecaras. En uno o dos años se dará salida a este stock, que está teniendo en estos momentos mucha actividad».
Se ha tocado fondo
La incertidumbre económica actual y la pérdida de confianza, en opinión del decano, «son handicaps que en estos momento pesan en los consumidores. Si a esto sumamos que hasta que no se estabilicen la economía, la fortaleza del euro o las primas de riesgo bancarias, las entidades financieras no van a reaccionar. El problema es que en el sector de la construcción balear hemos tocado fondo en cuanto al número de obras y viviendas visadas, que se ha acentuado más en Menorca y Eivissa, pero que en Mallorca ha sido menor, porque hay más territorio y debido, principalmente, a que ha habido un ligero repunte en adosados unifamiliares. Asimismo, el tercer indicador para ver la evolución, tras las obras y viviendas visadas, también ha registrado un descenso más que espectacular, como es la superficie construida, que ha bajado un 28,9 por ciento en los nueve primeros meses».
El Colegio de Aparejadores de Mallorca da una visión más negativa (ver gráfico), ya que el número de viviendas visadas desciende de forma generalizada, llegando en las unifamiliares al 20% y en la cifra de obras finalizadas más de un 37%, al pasar de las 2.535 con certificación de final de obra en 2010 entre enero-septiembre, a las 1.661 de este año, es decir 874 certificaciones menos.
En mínimos
Para el gerente del Colegio de Aparejadores de Mallorca, Bartolomé Mayol, «estamos en mínimos. Los números son malos y lo único que funcionan son las obras menores. Además, el demandante de nueva vivienda, sin crédito bancario, no tiene acceso a la vivienda, lo que genera que se paralice la ejecución de proyectos de nueva construcción de viviendas».
Tal es la dinámica, que el decano del Colegio de Arquitectos de Balears puntualiza: «En el caso de Palma, las ITE (Inspecciones Técnicas de Edificios) han movido un poco el sector en obras menores y rehabilitación. En resto de las Islas, proliferan obras menores sin proyecto alguno, las cuales no están cuantificadas. Esto es lo que está manteniendo la actividad a arquitectos, aparejadores y pequeñas y medianas empresas de construcción de Balears».
Los aparejadores aclaran que el sector de la construcción «no había vivido una coyuntura tan compleja como la actual, la cual no se acabará hasta que bancos y cajas abran el grifo crediticio. La única esperanza es que el impacto del turismo tenga un efecto positivo en la reactivación de la construcción».