Casi uno de cada cuatro docentes (el 38,04%) de las Islas padece un nivel alto o extremo de burnout (síndrome de estar quemado), que implica problemas de cansancio emocional, despersonalización y baja realización personal. Otro dato revela que el 47% de los profesores de esta etapa no tiene hijos. Estas son conclusiones del trabajo 'Burnout als centres públics d´ensenyament secundari de Balears', de David Sánchez, que recoge el Anuari de l´Educació de les Illes Balears 2011 . Este anuario, fruto de la colaboración entre la UIB y la Fundació Guillem Cifre de Colonya, fue presentado ayer por el catedrático de Sociología de la Educación de la UIB y coordinador del mismo, Martí March, y el presidente de Colonya, Josep A Cifre.
March recordó el momento especialmente complicado que atraviesa la educación, con los recortes anunciados y aseguró que «un aumento de presupuesto no garantiza una mejora de la educación, pero una reducción del mismo seguro que implica una merma de calidad». March añadió que el problema de la educación no lo puede resolver un partido solo, «sin pacto político no hay solución para la educación».