'Son puñaladas no son recortes' fue el lema más coreado ayer tarde por más de un millar de personas que salieron a la calle en Palma para protestar contra los recortes y el impago de las subvenciones por parte del Govern a las entidades que prestan servicios sociales, que han afectado a unos 2.000 trabajadores y a más de 80.000 usuarios.
Una gran pancarta con el lema 'Per dignitat, no a la destrucció de l´Estat de Benestar' capitaneaba la protesta organizada por el Grup de Professionals de l`Àmbit Social que recorrió el centro de la ciudad desde la Porta d´Es Camp hasta el Consolat con paradas frente a Cort y el Parlament, portando velas blancas, con pitos y gritos de «venimos a defender el estado del bienestar».
Precedidos por 'Tamborers per la Pau', Pilar Sánchez, educadora social y ex educadora del Ajuntament de Palma, fue la encargada de leer, frente al Consolat de Mar, el manifiesto en defensa de unos servicios sociales dignos y del fortalecimiento del estado del bienestar.