Una de cal y otra de arena: un día después de que el vicepresidente económico, Pep Ignasi Aguiló, anunciara recortes en las subvenciones para compensar a sindicatos (y también a patronales) para sus «gastos estructurales», el Ejecutivo acordó diversas subvenciones para programas de formación que rondan los diez millones de euros.
El portavoz del Ejecutivo y conseller d'Educació, Rafael Bosch, aprovechó este anuncio para negar que el Ejecutivo fuera a recortar proyectos de formación pese a la suspensión de las subvenciones que pagaba a los agentes sociales por otros conceptos.
Lo que aprobó el Ejecutivo ayer son dos acuerdos. Uno, permitirá convocar subvenciones para poner el práctica programas experimentales en materia de educación valorados en 6,7 millones de euros. El otro, autoriza al SOIB a a convocar subvenciones públicas valoradas en 2,8 millones de euros para llevar a cabo programas específicos de formación dirigidas a colectivos vulnerables.
Recta final
En concreto, se podrán presentar solicitud de ayudas para transporte, manutención y alojamiento, discapacidad y conciliación. Bosch aludió a la importancia de la formación para que las personas tengan más posibilidades de acceder a un puesto de trabajo. El SOIB depende ahora de la Conselleria d'Educació.
El Ejecutivo, además, se dio por enterado de la propuesta de concesión de subvenciones para la formación que se financian con fondos europeos.
Bosch, tras dar cuenta de los acuerdos del Ejecutivo, también aludió, en respuesta a preguntas de los medios de comunicación, a proceso de elaboración de los presupuestos de 2012. Aunque señaló que «todas las conselleries trabajan en su elaboración», confirmó que el Govern tiene dificultades para cerrar el proyecto por considerar incompleta la información facilitada por el Gobierno central.
El conseller admitió que este retraso «podría» (esa fue la expresión que utilizó) dificultar la negociación con los bancos del crédito para pagar proveedores que el Govern intenta conseguir desde que tomó posesión hace unos meses. Comentó que si a la hora de solicitar financiación a los bancos, el Govern contara con una previsión de sus ingresos y gastos plasmada en la ley de presupuestos, las entidades financieras tendrían mayor «seguridad».
Según Bosch, las negociaciones con los bancos se encuentran ya «en la recta final» y que «nadie» está interesado en que haya mayores demoras.