Los plenos del Parlament, donde el PP dispone de una cómoda mayoría absoluta de 35 escaños sobre 59, se han convertido en un rifirrafe permanente en que el Govern utiliza las preguntas que le formula su grupo para cuestionar las gestión y las actuaciones del actual Ejecutivo. Francina Armengol, portavoz socialista, y Mabel Cabrer, portavoz del PP, aprovechan sus intervenciones para echarse en cara su gestión. La dirigente socialista, mientras, sigue 'denunciando' que el president Bauzá «no se atreve» a decirle que hará para reactivar la situación económica.
Armengol volvió a preguntarle qué medidas había tomado. «Con que me diga una, es suficiente», le dijo.
Bauzá no contestó y lo hizo el vicepresidente económico Pep Ignasi Aguiló. «Le diré una, hemos dado confianza».
Vuelos baratos
«Ustedes no han hecho nada, díganme que leyes han aprobado», contestó. Y ahí llegó la gran novedad de la jornada. Según Aguiló «quizá no hacen falta nuevas leyes sino derogar leyes anteriores».
Todo el pleno se desarrolló entre reproches y acusaciones. Cabrer llamó «amnésica» a la oposición.
«Ahora veremos si se siguen riendo. Ahora les diré el coste de Son Espases, 280 millones», comentó la consellera Castro e 'incendió' los bancos socialistas mientras los 'populares' les hacían gestos acusatorios desde sus escaños. Hubo unanimidad en un acuerdo: instar al Govern a a que negocie de cara a fijar un precio único para vuelos entre islas. La propuesta era del PSM-IV-Entesa.