El próximo día 14 sale para Perú un matrimonio mallorquín con sus dos hijos, para ponerse en manos del obispo de Lima, a través del camino neocatumenal y ser testigos de Jesucristo. Son Marc Gili, Ester Romero y sus hijos Mario de tres años y Àngela con 10 meses. «Queremos ser testigos de algo que ha cambiado nuestras vidas que es el encuentro con Jesucristo», dicen.
Es un matrimonio joven con una gran ilusión y una clara vocación, dentro de lo que la iglesia Católica llama 'familias en misión'. En otras palabras, se podría decir, que en el siglo actual estos son los nuevos misioneros de la Iglesia Católica, de la que Juan Pablo II llamó «nueva evangelización».
Cambios
Marc y Ester tienen un trabajo bueno y estable, que en las actuales circunstancias quieran dejarlo es lo que más llama la atención en estos tiempos de crisis. Marc es informático y trabaja en Emaya, y Ester, directora del voluntariado de la Cruz Roja. Al comunicar esta decisión de abandonar el trabajo a sus compañeros por esta causa, «muchos se han sorprendido -dice Marc- unos lo han comprendido y quizás otros no, pero recuerdo que un compañero del trabajo me dijo: «Me hablas de algo que desconozco, pero me da esperanza a mi vida».
«Ya hemos dejado la casa donde vivíamos para hacerlo en casa de nuestros padres hasta el día 14. En Perú nos pondremos en manos del obispo para que nos diga lo que tenemos que hacer, en la zona de El Callao donde viviremos». Uno puede pensar que se van para unos meses, para un tiempo determinado, a lo que contestan que «nos vamos sin billete de vuelta, nos ponemos en manos de Dios y él proveerá».
Marc y Ester pertenecen a una de las comunidades neocatecumenales que hay en la parroquia de la Sagrada Familia de Palma, conocida como los 'kikos' por su fundador, Kiko Argüello. «Nosotros antes de casarnos -añaden-, ya sentíamos esta vocación que reafirmamos durante la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia, durante la reunión que tuvimos con las familias, y sentimos que el Señor nos llama para esta vocación».
Este matrimonio, el próximo día 12, a las 11 de la mañana en la basílica de San Francisco de Palma, y durante la celebración de la Eucaristía, serán enviados por el Obispo de Mallorca a otra diócesis católica, en este caso a la de Perú.