El pleno del Ajuntament de Palma ha comenzado hoy con media hora de retraso y con los silbidos y quejas de los trabajadores de la empresa municipal de transportes EMT y del instituto de empleo IMFOF que han abarrotado el salón plenario.
El concejal de Movilidad de Palma y presidente de la EMT, Gabriel Vallejo, ha informado de que el Ajuntament ha dado orden hoy de pagar la mitad de las nóminas de septiembre a los trabajadores de la empresa municipal de transportes, para lo que ha tenido que aplazar el pago a proveedores de unos 700.000 euros.
Unos ochenta trabajadores de la EMT y sus familiares han acudido al Consistorio para manifestar su protesta por el anuncio realizado el pasado lunes de que cobrarían con algunos días de retraso sus nóminas de este mes y se han enfrentado a Vallejo a las puertas del edificio de Cort.
Los trabajadores han mostrado carteles de protesta: «A nosotros se nos exige puntualidad en las frecuencias».
Vallejo les ha informado de la orden dada para que cobren hoy mismo el 50 % de las nóminas y de que el resto lo percibirán entre los días 4 y 5 de octubre y ha reiterado el compromiso decidido ayer por la junta de gobierno municipal de que ni el alcalde ni los concejales cobrarán antes de que todos los empleados municipales lo hayan hecho.
El concejal de Movilidad ha explicado en declaraciones a los medios de comunicación que el motivo del retraso es que la situación de las cuentas de la EMT es «gravísima y no es una situación que se arregle en dos días» con «unos 30 millones de deuda heredada».
«Tenemos dos problemas básicos: la deuda heredada, que estimamos que a final de año alcanzará los 15 millones de euros con los proveedores y otros 15 millones con entidades de crédito, hablamos de una deuda de más de 30 millones que hay que pagar», ha afirmado Vallejo.
El concejal ha indicado que la única forma de hacer frente a dicha deuda es que la EMT alcance superávit, cuando la actual cuenta de resultados «presenta un déficit de 9,5 millones de euros». «Es imposible solventar la situación si no reconducimos la estructura de la empresa y la cuenta de resultados», ha puntualizado.
El edil ha señalado que para poder hacer frente al abono de parte de las nóminas el ayuntamiento ha tenido que negociar con los proveedores para poder aplazarles los pagos: «No les quedará más remedio que esperar a ellos», ha afirmado. El pago de las nóminas tiene un coste de 1,3 millones y hoy se abonarán la mitad.
Vallejo les ha pedido a los trabajadores que «estén tranquilos» porque «el primer interés de la empresa son ellos» y se ha comprometido a que el retraso de las nóminas «no vuelva a producirse».
El pleno municipal ha comenzado también con protestas de los trabajadores del Instituto Municipal de Formación, Ocupación y Fomento (IMFOF), por el despido de 29 de ellos. Han mostrado carteles con las leyendas «RIP IMFOF» y «100 días = cierre de servicio y paro».
En su intervención, la representante del comité de empresa Joana Maria Vanrell ha recordado que el IMFOF nació en 1998 con el objetivo de mejorar la ocupabilidad de la ciudadanía de Palma. «Trece años después asistimos al final del espíritu inicial», ha asegurado.
Vanrell ha explicado que las protestas de hoy se deben a que la dirección ha decidido que dos programas de orientación al empleo y acompañamiento no continúen a partir del 31 de octubre, por lo que 29 personas serán despedidas, lo que «supondrá dejar de atender una media de 4.000 personas».
La representante sindical ha señalado que los usuarios deberán ser atendidas a partir de ahora por el Servicio de Ocupación de Baleares (SOIB) del Govern «que está saturado y a la espera del fin de la temporada de verano».
«¿Si el SOIB hoy en día deriva al IMFOF a gente, que pasará a partir de noviembre?», se ha preguntado Vanrell, que ha asegurado que el despido «supone el inicio del desmantelamiento» de la entidad.
En opinión de Vanrell, el Ayuntamiento no puede alegar falta de pago por parte del SOIB para suprimir servicios del IMFOF sino «priorizar los más necesarios ante la situación actual». Según la delegada sindical, cancelar dos programas de esta entidad implica «dar la espalda a las necesidades de la gente».«La principal necesidad de la gente es que no tienen trabajo», ha asegurado Vanrell, frase que ha provocado aplausos del público asistente al pleno.
Vanrell ha criticado que el Ajuntament haya decidido destinar todos los recursos de fomento del empleo a los emprendedores, dejando a un lado las políticas activas de formación y ocupación y ha asegurado que «no todo el mundo quiere o puede montar una empresa». Ha augurado que en breve Palma será «una ciudad llena de proyectos de microeconomía de subsistencia».
Vanrell ha intervenido ante el pleno rodeada de pancartas que decían «el Ayuntamiento de Palma abandona a los ciudadanos más vulnerables», «IMFOF RIP» o «Palmatur» en un juego de palabras con el nombre de la ciudad ya la palabra «paro».
La concejal del PSM-IV-ExM Marisol Fernández ha criticado la supresión de programas de fomento de la ocupación por parte del gobierno municipal «cuando lo lógico era pensar que el IMFOF jugaría un papel muy importante en esta legislatura, para dar esperanza a los 35.000 parados de esta ciudad».
Fernández le ha reprochado al ejecutivo local que «están intentando solventar una crisis económica creando una crisis social.
Por su parte, la concejal socialista Aina Calvo le ha preguntado al alcalde, Mateo Isern, si no podía «empezar a recortar por otro sitio». «¿Tenemos un plan B? ¿Cuál es el plan del Ayuntamiento de Palma? ¿Era necesario lo que vivimos hoy? Creo que no», ha afirmado Calvo.