«Hay una tendencia a privatizar servicios, a demonizar la sanidad pública a decir que no es viable, que no tiene futuro. Una campaña de desprestigio que orquestada por intereses neoliberales y cuyo objetivo es vender la sanidad pública a la privada», denunció ayer el doctor Rafael Berlanga, perteneciente al servicio de Urgencias del Hospital Universitario Son Espases, antes de arrancar la manifestación contra los recortes en sanidad convocada por Democracia Real y Movimiento 15-M.
Entre 800 y 1.000 personas tomaron parte en la protesta, según la Policía Local y unas 1.500 según los organizadoresm, que recorrió en un ambiente festivo el Born, Unió, La Rambla, Oms y Plaça d'Espanya. No se registró incidente alg-uno.
Manifiesto
El manifiesto en defensa de la sanidad pública, que fue leído por el doctor Berlanga, destacó la importancia de la sanidad pública universal y de calidad.
«Ha sido la base fundamental para el desarrollo del Estado del Bienestar y es uno de los pilares para asegurar la solidaridad y la equidad», puntualizó.
En su intervención, manifestó que «los grandes perdedores de estos cambios que se avecinan serán los ciudadanos, porque la calidad de los servicios sanitarios empeorará y porque los modelos privados tienen unos costes muy superiores».
Por estas razones, Democracia Real y el Movimiento 15-M reclaman sanidad pública para todas las personas, que no se mercantilice la sanidad, participación activa de las personas en la salud y, como cuarto punto, salud en todas las políticas que garantice la equidad y la solidaridad en las políticas sociales que afectan a la salud, como la educación, el empleo, el hogar, el urbanismo o el medioambiente.
Ana María Olivares, del grupo de Sanidad del Movimiento 15-M, denunció el colapso que va a producir la falta de trabajadores interinos. «La calidad en la atención a los pacientes se verá considerablemente menguada. La salud es un pastel», afirmó.
Consignas
La manifestación comenzó alrededor de las 19.30 horas en s'Hort del Rei y llegó a la Plaça d'Espanya a las 21.00 horas. Durante el trayecto se corearon consignas como «Lo llaman Sanidad y no lo es», «La misma mierda es PSOE que el PP» y «Con los recortes vamos de culo».
Por el sistema de megafonía de los organizadores de la protesta se repetía constantemente: «Las plantas de los hospitales públicos están vacías y llevan a los enfermos a los privados».
También protestaron con insistencia por los «60.000 millones de euros de fraude», así como por e la existencia de «paraísos fiscales y privilegios para las grandes empresas». «No hay tijeras para tanto recorte», insistían.
Al paso de la sede de la Tesorería General de la Seguridad Social, en la Rambla dels Ducs de Palma, hubo una especial pitada y los indignados reclamaron convocar «ya» una «huelga general».