La portavoz socialista en el Ajuntament de Palma y exalcaldesa, Aina Calvo, afirmó ayer que, durante los cerca de tres meses que gobierna en Cort el equipo de Mateo Isern (PP), se han dedicado más a «deshacer proyectos» de la pasada legislatura que a hacer «nuevas propuestas».
Según Calvo, esas medidas responden más bien a una actitud de «revanchismo» del nuevo equipo de gobierno que a actuaciones llevadas a cabo por «la mejora de la ciudad».
En ese sentido, Calvo critica que Isern «hiciera bandera durante la campaña electoral» de la creación de puestos de trabajo, de su voluntad de «regenerar la política» municipal y del «fomento del diálogo y el consenso», cuando en su opinión «durante el tiempo que lleva gobernando ha dado muestras en sentido totalmente contrario».
Clima de alarma
Así, la que fuera alcaldesa de Palma en los últimos cuatro años afirmó que Isern «ha congelado la contratación de 346 personas en paro que estaba previsto por la anterior Corporación, ha obviado escuchar a partidos de la oposición y a los vecinos vecinos en casos tan claros como la peatonalización de la calle Blanquerna, y anuncia el incremeno de las tarifas del transporte urbano de la EMT y la retirada de la gratuidad del billete hasta los 16 años».
También lamentó Calvo, en una comparecencia pública en la sede de su partido, la paralización del proyecto de rehabilitación integral de los bloques de casas de 'Corea', «sin haber mantenido previamente ninguna reunión ni con los partidos de la oposición ni con los propios vecinos afectados», en una decisión que calificó de «precipitada» y de «especialmente incomprensible para quienes confiaron en el Ajuntament y pusieron sus viviendas a disposición para ser rehabilitadas, pues no se merecen que se haya paralizado el proyecto y no se les haya ofrecido ninguna alternativa».
Además, Aina Calvo acusó explícitamente al equipo de gobierno del alcalde Isern de «estar creando un clima de alarmismo respecto a la situación de las arcas municipales», el cual, a su juicio, los concejales del PP utilizan «para enmascarar las decisiones puramente políticas que van tomando, sin tener la valentía de asumirlas como propias».